AFECTADOS. Algunos propietarios y trabajadores, delante del edificio uno de la promoción de viviendas Cala del Sol. / C. C.
SAN FERNANDO

Paralizadas las 350 viviendas de Cala del Sol por el impago de las nóminas a los obreros

La promotora afrontará en diciembre su primer juicio tras año y medio de retrasos Trabajadores y propietarios se plantean realizar el lunes una movilización conjunta

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Las obras de la promoción de viviendas Cala del Sol, situada en la Ronda del Estero, llevan dos semanas paralizadas por el impago de nóminas y el despido de parte de la plantilla, que aún no ha cobrado su finiquito. En total, unos 50 trabajadores cada mañana acuden a una actuación fantasma para afrontar una situación que se está volviendo «insostenible» para los propios obreros y para los 350 propietarios, que acumulan un año y medio de retraso en la entrega de los pisos.

Sin embargo, no han obtenido ningún tipo de respuesta ni por parte de los contratistas ni de la promotora, la empresa Aifos. Los últimos cheques que intentaron cobrar fueron devueltos por falta de fondos. «Tenemos que pagar una hipoteca y alimentar a nuestras familias; los acreedores no paran de llamarme y por lo visto me tengo que olvidar de lo que me deben», se lamentaba José Manuel Fosati, yesista de la obra.

Las condiciones de algunos trabajadores son aún más precarias ya que como señalaron «hay quien no tiene ningún tipo de contrato, ni nómina, ni papel que llevar a la Seguridad Social para buscar ayuda y no nos dan lo que nos deben». Además, «estamos dispuestos a cortar carreteras o entrar por la fuerza a la obra y que venga el que tenga que venir a arreglar el problema», afirmó el escayolista Manuel Muñoz.

La promoción de viviendas la conforman dos bloques financiados por sendas entidades bancarias. El segundo edificio lo gestiona Unicaja que paralizó la obra a principios de año para renegociar con Aifos, sin que se haya reanudado los trabajos aún. Algo que sí ocurrió en el primer edificio, financiado por Banesto, hasta que los obreros se marcharon por impago de las nóminas.

La empresa se defiende

Según los empleados de la promotora, que se encontraban en las oficinas de la zona, los pagos a los contratistas ya no dependen de Aifos sino que «va directamente por el banco», pero no aclararon si ha surgido algún tipo de conflicto entre la empresa y la entidad bancaria que motive la anulación de las retribuciones.

Las viviendas tendrían que haberse entregado en mayo de 2007, pero los 350 propietarios continúan sin tener las llaves en sus manos. Las permanentes demoras en los plazos de ejecución y la renovación de plantilla hace que tanto trabajadores como afectados denominen la actuación como la «obra de nunca jamás». Ambos grupos de afectados están en contactos para realizar una movilización conjunta el lunes y presionar para desbloquear la actuación.

Y es que, para algunos hace tiempo que la situación se volvió «desesperante», por lo que decidieron denunciar el caso. Así por ejemplo, Benito González, un pensionista que tiene como avalistas a sus hijos, en diciembre se enfrentará en un juicio por lo civil ante la promotora al aludir «incumplimiento de contrato, por lo que pido la devolución del dinero, unos 60.000 euros». Pero González ya se plantea comenzar un recurso por vía penal «por estafa porque no es normal lo que estamos pasando y lo que nos queda. Nadie sabe cuándo va acabar».