La Liga Árabe condena la oleada de ataques contra los cristianos de Irak

La mayor oleada de ataques y de persecuciones sistemáticas a la caza de cristianos de Irak que se conoce desde 2003, que en la ciudad de Mosul ha dejado ya 13 muertos y causado la huida de 9.400 miembros de esa minoría, provocaba ayer, por primera vez, la condena oficial de la Liga Árabe contra lo que ha tachado de una «agresión» contra la comunidad cristiana. En un comunicado firmado por el secretario general de la institución, Amro Mussa, la organización exigía poner «fin de inmediato» a los baños de sangre que se están sucediendo en Mosul, al tiempo que anunciaba que ya se ha puesto en contacto con responsables iraquíes y con el patriarcado de Bagdad para buscar una solución y exigir la protección de los perseguidos. El Vaticano, una vez más, hablaba ayer de una «situación dramática».

La guerra abierta contra los cristianos en Mosul se desataba el pasado 4 de octubre. En esa fecha, dos civiles cristianos eran asesinados como preludio de una cadena de homicidios ante decenas de testigos para sembrar el terror y que ha tenido su continuidad en el envío de panfletos a las familias. Los últimos, firmados por un grupo autodenominado Consejo Consultivo de los Combatientes en Irak amenazan, entre versos del Corán, con el asesinato si los señalados no se convierten al islam, abandonan sus casas o pagan la yizyia, un impuesto revolucionario a cambio de protección.«Si la Liga Árabe ha salido en defensa de los cristianos, bienvenido sea, pero, objetivamente, creo que deberían ser todos los países del mundo los que exigieran a los países árabes que defiendan a los cristianos, porque son sus ciudadanos, porque han nacido allí... y la realidad es que los cristianos se las ven y se las desean para vivir en ellos», estimaba el vicario de la Custodia de Tierra Santa, Artemio Vítores.