NUEVO. Nuevo en esta plaza, John ha cogido el traspaso del famoso bar Canalejas.
Jerez

Un Canalejas tropical

Desde hace algo más de un mes, John Ludeña lleva ahora las riendas de uno de los bares más antiguos y castizos de Jerez

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El bar Canalejas ha cambiado de nombre. Ahora se llama Tropicana. Caprichos del nuevo dueño y posiblemente del destino. Más de sesenta años ha sido El Canalejas, en la calle ancha número dieciocho, pero los tiempos cambian. Ha sido el bar de muchos gitanos de Santiago, lugar de cante sordo a golpe de nudillos. Tenía un mostrador que cada año aguantaba todos los Miércoles Santos a la vuelta de 'El Prendi', porque siempre fue lugar de saeteros que a pie de paso rezaban en alto sus sonidos negros.

John Ludeña es un ecuatoriano que ha cogido el traspaso del bar. «Queremos que siga siendo el bar del barrio, donde vengan todos porque estamos abiertos a todo el público. Hombre, yo soy latino y lógicamente también recibo a los míos, pero aquí no se cierra la puerta a nadie», comenta.

Justo frente del mostrador, tres flamencos de bronce saborean una cerveza a media mañana. «Esto era de Luis Lozano. Lo ha llevado durante cincuenta años por lo menos», comenta un señor con aspecto de santiaguero puro. El sobrino complementa la información comentando que «antes fue el famoso Canalejas que dejó algunos tabancos en La Plata o frente a la Comisaría, en el Arroyo. Este era otro bar de la cadena y lo cogió hace ya muchos años Luis, que lo ha llevado siempre de lujo».

John complementa informándonos de que «los domingos por la mañana tenemos comida ecuatoriana, peruana o boliviana. Estofados de carnes y cosas típicas de Sudamérica». Por su parte, los flamencos de Santiago comienzan a hacer un recorrido romántico de los tabancos que antiguamente había en el barrio. Material para un buen puñado de voces porque se conocen perfectamente los tuétanos del Santiago de los últimos cincuenta años. «Cada vez quedamos menos, hijo. Pero cuando quieras, ya sabes que estamos sentados en uno de los banquitos del Boquerón de Plata», comenta uno de ellos.

El Canalejas ha cambiado de rumbo. El bar es el mismo y siguen entrando los de siempre. Un toque ecuatoriano traído por John Ludeña complementa, si se quiere, a un bar que por mucho que se quiera cambiar, para Jerez, siempre será El Canalejas. Existen cosas en una ciudad que no pueden cambiar.