PROTESTA. Aseguran que los agentes no se bajan de los coches. / T. S.
Jerez

Los vecinos de la Zona Norte acusan a la Policía de «no hacer su trabajo»

Insisten en que la inseguridad es creciente, por lo que podrían volver las movilizaciones

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Los colectivos vecinales de la Zona Norte han vuelto a la carga y amenazan con nuevas movilizaciones si nadie garantiza la seguridad de sus calles. Así de rotundos se mostraron ayer por boca del presidente de la federación de asociaciones de vecinos Solidaridad, Santiago Casal, tras la reunión mantenida el pasado martes en la sede de la misma.

Como explicó Casal, tras el análisis en profundidad de la situación llevado a cabo por representantes de barriadas como Los Naranjos, Icovesa, San Juan de Dios, San Benito, San Ginés y Las Torres, se llegó a la conclusión de que «la Policía no hace su trabajo». En concreto, el presidente de la federación aludió no sólo a la escasa presencia de agentes en los barrios, sino también a la forma de actuar de los mismos, que «se limitan a dar vueltas en los coches pero no preguntan, no intervienen ni hacen diligencias».

Cuando algún vecino llama al 091 o el 092, según Casal, ambos cuerpos no hacen sino pasarse la pelota unos a otros, por lo que las asociaciones critican abiertamente la falta de eficacia tanto de la Policía Local como de la Nacional. «Con la nueva comandancia de San Benito sólo se ha producido un cambio de ubicación, pero sigue habiendo la misma falta de medios y de implicación de los propios agentes».

En este sentido, los perjudicados aseguran echar de menos la figura del policía de barrio, que «hablaba con vecinos y comerciantes y la relación en general era más estrecha, por lo que daba buenos resultados».

Reuniones urgentes

Por estas razones, la federación pedirá una reunión con la alcaldesa y otra con el subdelegado del Gobierno en la provincia, con el fin de comprobar qué alternativas se ofrecen a la situación y cuáles son los planes de actuación concretos y reales para acabar con problemas enquistados en muchos barrios como el vandalismo o el tráfico de drogas. En el supuesto de que los encuentros no se produzcan en un tiempo razonable o que no den los resultados que se esperan, los colectivos podrían movilizarse otra vez en demanda de una ciudad más segura.