ESPAÑA

Zapatero apuntala con PNV y CiU su frágil acuerdo con Rajoy

Las minorías exigen al presidente mayor control en el rescate a los bancos en crisis financiera

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José Luis Rodríguez Zapatero sumó a los nacionalistas al frágil consenso alcanzado con el líder de la oposición en torno a las propuestas para enfrentar la crisis. Los grupos minoritarios secundaron las medidas gubernamentales, pero todos exigieron mecanismos de control más exigentes en el proceso de rescate bancario. Mariano Rajoy, entretanto, ratificó ante el Congreso su sintonía con el jefe del Ejecutivo, pero sólo porque «la situación es excepcional».

Rodríguez Zapatero aceptó una por una todas las condiciones del presidente del PP para apoyar las medidas gubernamentales que buscan prevenir un colapso financiero. Dijo que sí a la supervisión del Banco de España, sí a un mayor control parlamentario y también sí a pactar con el partido opositor «la letra pequeña» del reglamento que desarrollará las medidas. «Esta cámara ha oído sus palabras y espero que usted actúe en consecuencia», replicó solemne Rajoy.

El presidente del Gobierno y el líder de la oposición utilizaron la sesión de control al Ejecutivo para dar carta de naturaleza parlamentaria al frágil consenso que pergeñaron la víspera en La Moncloa. Rodríguez Zapatero, incluso, se permitió la broma de recordar a los diputados populares, ante un tímido intento de abucheo, que Gobierno y oposición están ahora «en un plan de entendimiento» en el que ese tipo de conducta no tiene cabida.

Apenas hubo un conato de debate entre ambos a propósito de la subida de las tarifas de gas, reprochada por Rajoy y endosada por Rodríguez Zapatero a la subida del petróleo, pero la polémica no pasó a mayores. Donde sí saltaron chispas y se puso en evidencia la delicadeza del consenso fue en el debate entre la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y la portavoz popular. Soraya Sáenz de Santamaría, provista de cartelería del PSOE, recriminó a los socialistas que llevaran en su programa para las últimas elecciones el pleno empleo, cuando la realidad es que en lo que va de legislatura hay «medio millón de parados más».

«Ombligo electoral»

La número dos del Ejecutivo, enfadada, no se anduvo con chiquitas y emplazó al PP a dejar de «mirar a su ombligo electoral» y practicar «menos patriotismo de salón y más patriotismo de verdad». Fernández de la Vega acusó al partido opositor de «falsear la realidad» y remató su respuesta con una acusación de las que escuecen a los populares, que no son más, dijo, que «la derecha de toda la vida, los mismos lobos con distinta piel de cordero».

Rifirrafe al margen, lo que ya es seguro es que el Ejecutivo no tendrá problemas para que los dos decretos ley aprobados en los últimos días a fin de inyectar liquidez y generar confianza en el sistema financiero sean convalidados por el Parlamento. Rodríguez Zapatero se reunió uno a uno con los portavoces de todos los grupos parlamentarios para reclamar su apoyo a estas medidas extraordinarias en la votación que tendrá lugar el próximo lunes. Y sólo las formaciones situadas a la izquierda del PSOE, numéricamente las menos numerosas, aventuraron un no parcial.

Esquerra Republicana y el Bloque Nacionalista Gallego votarán en contra de la adquisición de activos financieros por parte del Tesoro, pero se mostraron conformes con que el Estado avale deudas de los bancos por períodos de cinco años y con un máximo de 100.000 de euros. En todo caso, sólo suponen cinco votos de 350. Los dos de Izquierda Unida y el de Iniciativa per Catalunya se mostraron muy beligerantes con unas iniciativas que a su juicio descuidan el interés público, pero tampoco cerraron las puertas por completo a un voto favorable siempre y cuando se establezcan mayores garantías de control, no ya a través del Banco de España como acordaron Rodríguez Zapatero a Rajoy, sino a través del ICO, de las cajas de ahorro y de una oficina de control presupuestario. «Nos preocupa cómo van a garantizar que el dinero vaya a las pymes y a las familias», señalaron en un discurso repetido por casi todas las fuerzas políticas.

Los menos reticentes a respaldar dos decretos fueron PNV y CiU. El portavoz de la formación catalana, Josep Antoni Duran i Lleida, advirtió aún así de que estas medidas no son suficientes para hacer frente a una crisis económica que, en España, va más allá de la financiera. Rodríguez Zapatero, que en estos días previos al debate de totalidad de los presupuestos generales del Estado ha tratado con especial deferencia al líder de Unió, se comprometió, según aseguró el político catalán, a crear una mesa para la negociación de reformas estructurales paralela a la que el martes ofreció a Mariano Rajoy en La Moncloa.

El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, dio un sí sin condiciones pero, como las demás fuerzas, exigió mas supervisión parlamentaria. El Gobierno ha planteado que se remitan informes cuatrimestrales a la comisión de Economía. Erkoreka subrayó que los decretos dan al Estado un control sobre el sistema financiero «como nunca había tenido» y defendió que eso hace necesario medidas «singulares e inauditas» de control.