REY SABIO. Imagen de Alfonso X El Sabio en el Alcázar.
Jerez

La toma de Jerez

Se cumplen más de ocho siglos desde que el Rey Alfonso X El Sabio conquistara nuestra ciudad en el día de San Dionisio

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Hace unos días, Jerez recordaba la entrada del rey castellano Alfonso X el Sabio en Jerez de forma definitiva. Las gestiones llevadas a cabo por su padre, Fernando III, El Santo, no arrojaron los resultados deseados y los moros no hacían otra cosa más que negociar para ganar tiempo y pensar cómo revolverse contra el cristiano conquistador -recuerdo a Garci Gómez Carrillo-. Lo cierto es que el Alfonso X el Sabio tuvo que plantearse definitivamente entrar a la conquista de la ciudad propiciando el reparto de la ciudad entre sus huestes, de forma que ya no se pensaba en una ciudad vasalla donde el reyezuelo de turno conservara sus privilegios con sus súbditos, sino más bien una auténtica toma para repoblarla definitivamente por castellanos, vascos, aragoneses o navarros.

Alfonso X El Sabio entró de esta forma en Jerez el nueve de octubre de 1462, festividad de San Dionisio Areopagita, uno de los primeros cristianos griegos y obispo de Atenas, nombrado como tal por el Apóstol de los Gentiles, Pablo de Tarso, y al que se le relaciona, confusamente, como obispo de París, el cual, se le seccionó la cabeza y siguió predicando el Evangelio. Curiosamente de esta guisa se representa en la ciudad de Jerez al patrón, cuando nada tiene que ver el griego con el otro.

El rey de Castilla y León al que se le atribuye la conquista final de Jerez lo tenemos representado en nuestra ciudad. Se trata de una escultura del siglo XVIII y de la que desconocemos la autoría. Al parecer, en este siglo estuvo en la puerta de Santo Domingo, al tener escuela superior la ciudad, ubicada junto al convento. Después, muchos jerezanos la recordarán en el lateral que une a la Torre Octogonal con la Puerta del Campo. Pasto de los incultos gamberros, una vez restaurada la imagen por Francisco Pinto de su brazo derecho, fue a la Puerta de Jerez, junto a un trozo de muralla. Allí estuvo hasta que el 21 de mayo de 2001, con una pequeña celebración presidida por el entonces alcalde Pedro Pacheco, se inauguraba la imagen del Rey Sabio en el interior del Alcázar, justamente en la acceso a la puerta del Campo, donde se encuentra desde entonces.

Alfonso X el Sabio vivió en nuestra ciudad desde noviembre de 1267 a abril de 1268, momento en el que convocó Cortes y autor de algunas cantigas dedicadas a la ciudad. Hombre culto que debió querer y respetar a nuestro Xerez que, desde su entrada física en la ciudad -dicen que por la zona de la Ronda del Caracol- pasó a denominarse como «de la Frontera».

Pudo haber sido emperador por tener linaje directo con el emperador de Alemania Felipe de Suabia -al ser hijo de Beatriz-. De hecho, puede que sujetar la bola del mundo en su mano sea un símbolo de esta voluntad suya a la que tantos esfuerzos dedicó y al que finalmente no pudo acceder. Pero esto es otro tema distinto al de su condición de jerezano.