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Un Desafío creciente

El Club Naval San Telmo Casino Jerezano organizó la cuarta edición de una regata brillante y familiar, que ganó el 'Cronos V' del patrón local Andrés Fernández-Mensaque

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Las aguas de la Bahía de Cádiz acogieron, días atrás, la celebración de la cuarta edición del ya famoso Desafío Marino Casino Jerezano, que este año contó por primera vez con el patrocinio oficial de la prestigiosa marca de automóviles Mitsubishi, y que terminó adjudicándose el barco anfitrión Cronos V, de Andrés Fernández Mensaque.

El evento, organizado por el Club Naval San Telmo y el Club de Mar Puerto Sherry, contó además con la colaboración de otras firmas comerciales y organismos que prestaron su ayuda a la celebración del mismo, tales como González Byass, Distrimedios, Café Central, Ron Cacique, Alavela-Ocean Destiny Charter, Puerto Sherry Hotel & Yacth Club, Comisión Naval de Regatas, Franco Pozo Regalos y Cervera Sailing Team. La jornada marinera consiguió convocar a 43 embarcaciones de cruceros de cela, superando con ello a la edición anterior, no sólo por la cantidad sino por la calidad de los barcos y tripulaciones que se dieron cita, en torno a doscientas personas, en la terraza del Restaurante Las Gradas de Puerto Sherry a la 10 de la mañana, para desayunar el magnífico taco ofrecido por Manolo Caballero y el Club de Mar, con los estupendos vinos Alfonso y Solera 1847 de la casa González Byass de Jerez de la Frontera.

Una llegada peculiar

Allí los organizadores entregaron unas bolsas a los patrones con unos regalos: polos de Café Central, gorras de Mitsubishi y botellas de Tío Pepe, y a continuación explicaron a los navegantes las condiciones y el recorrido de la travesía a realizar: salida compensada inversa y desde el mismo restaurante saliendo en primer lugar el barco más pequeño y teóricamente más lento, y el último el más grande y/o teóricamente más rápido, para una vez largadas amarras cada uno dirigirse, tomando la boya La Galera por babor, a la boya Ana, que había que tomar por estribor, y de allí a La Cabezuela tomándola igualmente por estribor, para finalmente llegar hasta Puerto Sherry, atracando cada uno en su pantalán y corriendo el patrón de cada embarcación hasta la barra del Club de Mar Puerto Sherry para tocar la campana y anotar su puesto de llegada, y tomarse una refrescante cerveza. Ya de por sí la convocatoria, en la que las dos normas fundamentales a observar eran la de «prohibido protestar» y «el afán desmedido de ganar supone la descalificación automática», revistió de un nombre fair play la misma, con una gran participación de familias enteras con sus hijos de todas las edades.

Pero además el soleado día y la mar colaboraron en extremo, teniendo lugar una singladura de las que será difícil olvidarse, pues el cuadro que esa mañana de sol radiante ofrecieron en la Bahía los 43 veleros con todas sus velas desplegadas al viento, navegando en línea de fila al través mura babor hasta la boya Ana, con levante de veinte nudos, para luego encalmarse al viraje de la baliza en formidable y muy técnica meleé, recordaría, si doscientos años atrás estuviéramos, la salida de la flota combinada hispano francesa para la batalla de Trafalgar. Espectáculo que los gaditanos pudieron contemplar de nuevo asombrados desde la muralla del paseo Apocada y desde la Caleta, para poder ver después las evoluciones de la flota de veleros hasta la boya de Cabezuelas con el Levante refrescando, y la espectacular ceñida, con rachas de hasta 30 nudos de viento, hasta Puerto Sherry. Repito, grandioso, único e inolvidable espectáculo marinero. Si importante es destacar la nutrida participación de navegantes jerezanos del Club Naval San Telmo, que concurrieron al desafío con sus barcos, hasta un número de quince, y los muy honrosos puestos que alcanzaron en la clasificación final, entre ellos Ignacio San Román que con Chaitán se alzó con el 4º puesto, no podemos dejar de mencionar con orgullo para todos los deportistas que allí estuvieron y para nuestra ciudad entera la participación con sus ochenta y pico años de Mauricio González-Gordon Díez, Marqués de Bonanza que con su hijo, nuera y demás familiares, embarcado en el 47 pies Claudia I, alcanzó el 14º puesto.

La Comisión Naval de Regatas le hizo entrega, por su gesto y por su dilatada trayectoria marinera, de una preciosa metopa en premio a la Deportividad, lo que motivó un emocionado y prolongadísimo aplauso por parte de todos los asistentes.