Primer puerto de montaña

Un día después de lo que marca el calendario debido al temporal del viernes noche, llega a Carranza el Ceuta, el primero de los temibles rivales que esperan al Cádiz hasta final de año. Un equipo idóneo para que los de Javi Gracia puedan sacar pecho -en el caso de ganar- ante aquellos que menosprecian las victorias ya conseguidas por la poca calidad de los rivales.

Ya lo decía Bezares esta misma semana en una entrevista a LA VOZ. «Cada vez hay menos corriente negativa porque el equipo consigue victorias, pero aún queda un poso». Y no le falta razón al bueno de Bezares pero es que todos y cada uno de los jugadores que conforman la plantilla del Cádiz 08/09 deberían aplicarse el cuento de que el nivel de exigencia este año iba a ser enorme debido a los dos últimos descensos, el último especialmente traumático. Eso de borrón y cuenta nueva está bien para comenzar a tirar del carro pero no deja de ser una vacuna tan débil que con dos pequeños estornudos en forma de tropiezos no evitaría que vuelvan las malas caras de una afición herida. A sabiendas de que al gran porcentaje de la nueva plantilla nada se le puede achacar respecto a la vergonzante campaña pasada, tampoco se le puede pedir al aficionado que olvide por arte de birlibirloque. Esa misma afición que ahora disfruta con las victorias de su equipo ante rivales que, en teoría, no están llamados a estar a final de Liga entre el grupo de cabeza. Por cierto, otro temita que ha molestado a la plantilla, comenzando por el entrenador cadista.

Molestos

Declaraciones como «los más fuertes también han jugado contra los mismos rivales (que nosotros),y tienen menos puntos» que dijo Enrique o «a ver si después de ganarle al Ceuta también se dirá que será el próximo rival, el Puertollano, será el primer equipo serio contra el que jugamos», que diría Toedtli han aparecido en una semana en la que la plantilla cadista se ha revelado contra esa parte del entorno que ha minusvalorado las seis victorias cadistas por el relativo valor de los rivales.

El discutido nivel de los equipos que han ido cayendo al paso de los amarillos trae por la calle de la amargura a un equipo que, lo quiera o no, tiene esta tarde ante sí la oportunidad de acallar tantas voces que ningunean el maravilloso arranque liguero.

Y la tiene porque hoy llega a Carranza un conjunto que el año pasado se quedó a un gol de ascender a Segunda División. Un conjunto formado por un bloque compacto, exigente y garante de ser uno equipo insignia del grupo IV, el mejor de los cuatro. El Ceuta se presenta en Cádiz con un once bien conocido por Javi Gracia, puesto que hace poco menos de cuatro meses se convirtió en el verdugo del Pontevedra en la primera fase de los play off de ascenso.

A última hora

Primer bache en el camino para un equipo, el cadista, que saltará al césped con las ideas muy claras. El toque en Carranza se impone al choque y, por ende, Bezares tendrá que esperar su oportunidad como precio a las fuertes convicciones ofensivas de su entrenador. Un Javi Gracia al que nada parece importarle el planteamiento ultradefensivo de su colega en el banquillo contrario -Benigno Sánchez-. Al músculo ceutí, el técnico navarro responderá con la calidad de tres hombres con vocación canchera. Tres hombres de calidad que mezclan orden (Ormazábal), desparpajo (Caballero) y toque (Fran Cortés). ¿Para que defender si la pelota ha de ser nuestra? Algo así pensará un técnico cadista que, por si acaso, tendrá a su vera al bicho Bezares con la idea de rectificar a tiempo si las cosas se tuercen en el campo de batalla que propondrá el conjunto ceutí en la medular con dos hombres de marcado carácter destructor como Sergio Castaño y Alberto.

También es muy propio de estrategas, y Javi Gracia lo es, jugar al despiste. Como ya ha hecho en varias ocasiones, no puede descartarse la opción Bezares como definitivo plan A. Aunque difícilmente lo reconocen, los entrenadores están tan atentos a los movimientos del adversario como al suyo propio. Es por ello que hasta el último momento, Javi Gracia baraje la opción menos romántica de las dos.

Dos formas bien distintas de entender el fútbol se verán las caras hoy en Carranza unidas ambas por la necesidad de alcanzar la victoria mediante diferentes métodos. Una victoria local, además de para alcanzar el mejor comienzo liguero en la historia del Cádiz, valdría a los de Javi Gracia para distanciarse del cuadro caballa en diez puntos. Un colchón importante de puntos pese a la premura del calendario.

Sobre el césped de Carranza se medirán dos escuadras muy sólidas. Y como prueba, los pocos goles que llevan encajados (seis en el caso de los ceutíes y ocho en el caso de los gaditanos). Un once que hoy, y tras jugarse una nueva jornada ayer, mantiene el liderato gracias al empate que arrancó el vecino (San Fernando) en su difícil desplazamiento a Jaén, que con el punto sumado empata en la clasificación al Cádiz.

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