Agresiones sin respuesta
CALLE PORVERA No resulta complicado imaginar cómo deben sentirse en el Centro de Salud de San Telmo y del Hospital de Jerez después de las agresiones que han sufrido dos trabajadores, una doctora y un celador, respectivamente. En el primero de los casos, a manos de una paciente que se tomó mal que la facultativa no le recetase unos tranquilizantes. Tanto que la agarró por el cuello y la emprendió a golpes con ella. En el segundo, el familiar de otro paciente que se lanzó a por un celador no se sabe muy bien por qué, aunque los motivos en este caso son lo de menos.
Actualizado: GuardarLos trabajadores de los dos centros sanitarios están hasta las narices, y no me extraña. Aseguran que se han producido ya varias agresiones en los últimos meses y exigen más medidas de seguridad. Proponen, incluso, disponer de un vigilante de seguridad durante las horas de consulta, que, por lo visto, son las más problemáticas.
Sorprende el silencio de las autoridades sanitarias y las administraciones. Las mismas que siempre se llenan la boca cuando se trata de anunciar nuevos proyectos y visten sus mejores galas cuando toca inaugurar algo. Ahora, sin embargo, no dicen nada. Ni tan siquiera para solidarizarse con los profesionales sanitarios. Y mucho menos para garantizar medidas que eviten nuevas agresiones.
Los afectados aseguran que no se trata, ni mucho menos, de un problema puntual, sino que va a peor cada día. Y culpan en parte a la masificación que padecen los hospitales y centros de salud de la zona, además de al nulo civismo de algunos ciudadanos que sólo saben dialogar a puñetazo limpio. ¿Hasta cuándo?
