En la imagen, el escritor galardonado durante la rueda de prensa. /AFP
premios nobel 2008

Le Clézio, «emocionado», invita a fomentar la lectura como antídoto a los problemas que atraviesa el mundo

La concesión del galardón al autor francés fue una sorpresa, puesto que su nombre no figuraba en las quinielas de los favoritos

PARÍS Actualizado: Guardar
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El escritor francés Jean-Marie Gustave Le Clézio ha recibido "feliz y emocionado" la noticia de que le han otorgado el premio Nobel de Literatura, una oportunidad para afirmar que "escribir es escuchar el ruido del mundo".

"Escribir no es sólo estar sentado en tu mesa contigo mismo, es escuchar el ruido del mundo. Cuando estás en la posición del escritor se percibe mejor el ruido del mundo, vas al encuentro del mundo", ha asegurado el literato en una multitudinaria rueda de prensa en París.

Al nuevo Nobel de Literatura el premio le ha sorprendido en la capital francesa en una escala entre Corea del Sur y Canadá, cansado por la diferencia horaria y fiel a su fama de viajero incansable. "Estaba leyendo cuando me lo han dicho, no me lo esperaba. Pero es una suerte, porque todo premio literario te da tiempo y supone un apoyo", ha asegurado Le Clézio.

El autor ha invitado a fomentar la lectura de novelas como antídoto a los problemas que atraviesa el mundo. "Leer novelas es una buena forma de interrogar al mundo actual sin que el resultado sean respuestas demasiado esquemáticas. El novelista no es un filósofo, no es un técnico de la lengua, es alguien que hace preguntas y si hay un mensaje que quiero enviar es que hay que hacerse preguntas", ha señalado el premiado.

Le Clézio ha asegurado sentirse francés, pero ha precisado que su patria está en Islas Mauricio, la ex colonia gala de donde procede su familia y cuya nacionalidad comparte con la francesa. Pese a ello, el literato se ha definido como un enamorado de México y de la cultura latinoamericana, ha respondido varias preguntas en castellano y ha asegurado que seguirá pasando largas temporadas en Nuevo México, donde "la cultura hispana tiene cada vez más peso".

El escritor de la ruptura

Cuando el nuevo Premio Nobel de Literatura, tenía 23 años publicó su primera novela, Le procès-verbal, una obra que solo un año después, en 1964, Seix Barral editaría en España traducida como El atestado. Bien es cierto que la decisión de editar en español Le procès-verbal, una obra que definía su literatura existencialista, próxima a Foucault y Deleuze, venía precedida de la concesión del prestigioso premio Renaudot. En ella, Le Clèzio cuenta la historia de Adam Pollo, que vive una singular experiencia de confrontación consigo mismo desafiando al mundo y lo hace con una fuerza expresiva que, según recordaba Seix Barral en una nota, recuerda a Celine.

A esta obra, que reeditó Cátedra en 1994, le siguió en 1969 El diluvio, la narración de las trece jornadas de progresiva ascensión hacia "la nada", al estilo de La náusea de Jean Paul Sartre, que también publicó Seix Barral.

Barral Editores tradujo y editó en 1972 -dos años después de aparecer en Francia- La guerra que, como El diluvio" están descatalogados. A pesar de que entre 1970 y 1987, Le Clèzio escribió cerca de una veintena de títulos no fue hasta ese año cuando Ediciones Versal tradujo Le chercheur d'Or, de 1985, y Voyage à Rodrigues, de 1986; y Edicions Xerais de Galicia Mondo et autres histoires, de 1978. Editorial Debate editó en 1991 Desierto y en 1992 Onitsha.

En 1994, Temas de Hoy publicó Diego y Frida: una gran historia en tiempos de la revolución, que reeditaría en 2002; en 1998, Tusquets tradujo La Quarentaine, de 1995, y en 1999 Poisson d'or, de 1996, la última obra original de Le Clézio editada en España.