«El verdadero fracaso es mirar atrás y no haberlo intentado»

Inmersa en la promoción de su libro, Eva Perea recorre ciudades de toda España. Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología, ha vivido largas temporadas en Holanda, Luxemburgo y Estados Unidos, donde ha visto lo diferentes que pueden llegar a ser las actitudes mentales. Cambio de rumbo. Atrévete a ser tú mismo (Editorial Martínez Roca) es un proyecto muy personal cuyo principal mensaje es muy claro: «Se puede vivir de otra manera, basta con quererlo».

-¿Qué le impulsó a escribir este libro?

-Todo empezó con un viaje a Estados Unidos hace dos años. Allí la gente es mucho más espontánea, los cambios de residencia o trabajo son parte de su vida y si tienen un proyecto, simplemente se lanzan a por él. Para ellos, ser funcionario no es un ningún éxito.

-¿Por qué le influyó tanto la experiencia norteamericana?

-Siempre he trabajado en grandes instituciones, como la Comisión Europea, y no estaba nada satisfecha del inmovilismo que impera en Europa. Conocer una realidad tan diferente, en la que no existe la resistencia social al cambio que tenemos aquí, supuso una gran inspiración. Y como uno escribe sobre lo que le preocupa, me decidí a hacerlo.

-¿A quién va dirigido?

-A todos aquellos que no se sienten satisfechos con su vida y su trabajo. Lo que busco es hacerles ver que no están solos y que se puede vivir de otra manera. No es fácil y tiene muchos riesgos, conviene saberlo y valorarlo, pero es posible.

-Habrá que ser de una pasta especial para lanzarse al abismo y cambiar radicalmente de vida.

- Todos los personajes que he recogido en el libro tienen en común su perseverancia, creatividad, gran capacidad para asumir riesgos e inconformismo. Y, aunque no lo parezca, todos tuvieron miedo al tomar la decisión.

- Aun así, siguieron adelante.

- Sí. Todos ellos tomaron la determinación de cambiar de vida en momentos de angustia personal, peores que su 'cómoda' vida anterior. Por eso aconsejo que no se mire atrás para comparar.

Luchar por un sueño

-¿Y si fracasan?

-Si la apuesta sale mal, no es ningún fracaso. Han luchado por un sueño y siempre puede haber una nueva oportunidad. El verdadero fracaso es mirar atrás y no haberlo intentado.

-¿No parece que sólo los ricos pueden permitirse estas 'aventuras'?

-No se trata de dinero, sino de coraje, de valentía. Es evidente que el dinero ayuda, pero generalmente también supone un freno al adormecer la curiosidad y las inquietudes de cada uno.

-¿Tiene algún caso favorito?

- Me costaría mucho elegir. Si tengo que decir uno, el de Chris y Ana es muy especial. Es el más conocido y son tan encantadores, me trataron tan bien...

-¿Es posible congeniar entonces trabajo y devoción?

- Sí. Es algo a lo que deberíamos tender. En Google, por ejemplo, dedican entre el 10 y el 20% del tiempo a proyectos personales.Y con ello ganaríamos todos: el trabajador, porque sería feliz haciendo lo que hace, y el empresario, porque tendría un trabajador mucho más productivo.