Sociedad

Cinco vigas de la Mezquita de Córdoba, subastadas por 1'5 millones

Millón y medio de euros es la colosal suma por la que cinco vigas califales de la Mezquita de Córdoba, datadas del siglo X, han acabado en manos del mejor postor. Decoradas con coloridos motivos florales, las milenarias piezas de madera se vendieron como lotes independientes en precios que oscilaron los 186.937 y los 403.153 euros, en una subasta de arte islámico realizada ayer en Londres.

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La casa Christie's no reveló la identidad de los compradores, por lo que se desconoce si se trata de instituciones públicas, coleccionistas privados, y si algunas de las pieza volverá a España.

En cualquier caso, la venta ha puesto fin a un largo culebrón iniciado, en 2006, cuando se anunció una primera subasta.

Entonces el Ministerio de Cultura y el Cabildo de la Catedral de Córdoba, institución religiosa responsable de la mezquita, pusieron el grito en el cielo y denunciaron una posible ilegalidad. La controversia paralizó el proceso, pero dos años más tarde, el Cabildo ha renunciado definitivamente a reclamar por la vía judicial la propiedad de los históricos tablones.

Los detalles de cómo salieron las vigas de la Mezquita de Córdoba -probablemente entre finales del siglo XIX y principios del XX- continúa siendo un misterio, y esta incógnita parece ser la clave por la que la institución cordobesa dejó de reclamar.

Al parecer, en un juicio no podría demostrar que éstas fueron extraídas de España de manera ilícita. Se ha rumoreado que habrían sido vendidas, algo que el Cabildo ha niega. El arcediano y vicario general de la Catedral de Córdoba, Fernando Cruz Conde, aclaró además que la renuncia a continuar con el litigio se debía a que era «altamente improbable» que los tribunales británicos admitieran el Real Decreto de 1926, por el que se atribuye al Cabildo la titularidad y que había servido previamente para recuperar otros siete tablones que iban a subastarse en Madrid.

Uno de los últimos propietarios de las vigas, según recoge la casa Christie's, es un ciudadano suizo, cuyo suegro adquirió los travesaños en el sur de Francia, en los años cincuenta.

Durante décadas permanecieron olvidados en el suelo de un granero, hasta que en 2003 el entonces poseedor se las vendió a un amigo, quien supuestamente habría intentado sacarlas a subasta, sin éxito, en 2006.