Diálogos cadistas

Me gusta mucho una conversación, lo reconozco. Soy capaz de estar horas y horas charlando con una persona de cualquier tema. No se, será por mi profesión, pero el caso es que me gusta charlar y escuchar a mi interlocutor y, si encima la conversación versa sobre temas relacionados con el Cádiz, ya entonces ni te cuento.

Tendría un problema si no me gustara hablar del Cádiz fuera de mis horas de trabajo, ya que no hay sitio adonde yo vaya (en el ensayo del coro, en el ascensor de mi casa o caminando por la calle) que no haya alguien que me comente cualquier cosa en torno al equipo amarillo. Y todavía me gusta más cuando esa persona es desconocida por mi, como me ocurrió el otro día en el supermercado. De todas esas conversaciones aprendo, disfruto, me enriquezco y pulso la opinión de mucha gente.

Luego están las conversaciones con gente relacionada con el mundo del fútbol y más concretamente ligadas de una u otra forma con el Cádiz. Pero charlas informales, me refiero, sin un micrófono de por medio. Como en el hall del hotel de Linares el pasado domingo con Pepe Mata, ambos coincidíamos al estar tremendamente contentos con la trayectoria pese a estar donde estamos y coincidíamos también en que podría ser positivo el descenso si sólo permanecíamos una temporada en la categoría de bronce.

Otra conversación mantenida esta semana en la que estamos fue la que mantuve vía telefónica con Jose González. E independientemente de estar muy contento e ilusionadísimo con lo que estaba haciendo el Cádiz, me comentaba que es muy difícil ganar seis partidos de siete disputados y alababa el caminar del Cádiz esta temporada.

Conversaciones con mucha gente, que le sirven a uno para animarse después del palo del descenso, aunque sigo manteniendo que el Cádiz continúa en el hospital (Segunda B) aunque, debido a la mejoría, que presenta a tenor de los resultados y juego, está ya en planta y estable, que no es poco. Y punto.