CAMPEÓN. Francisco Villaescusa sufrió más de lo debido para imponerse en una prueba tan dura como espectacular. / J. C. C.
TRIATLÓN

Los últimos serán los primeros

Francisco Villaescusa reconoce tener «sensaciones positivas» tras su victoria en el IV Titán Sierra de Cádiz, donde rompió los pronósticos al superar a Iván Tejero

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«Cuando hice la inscripción me dijeron que había sido de los últimos. Al final se ha cumplido el refrán que dice que los últimos serán los primeros». Francisco Villaescusa se regocijaba de una curiosa anécdota. Y es que el flamante campeón del IV Titán Sierra de Cádiz no esperaba ese resultado, por lo que reconoce tener «sensaciones positivas» y sentirse «tremendamente feliz».

«No entraba dentro de los favoritos. Se esperaba que fuera Iván Tejero, que es un líder indiscutible, el que se proclamara vencedor. Por eso, si cabe, estoy más contento de haber ganado», comenta.

Villaescusa destaca que lo mejor de todo lo que ha vivido tras la participación en esta sufrida prueba fue «el calor del público» y los paisajes, que «son espectaculares».

«Me quedo con lo espectacular del espacio y de los paisajes que se ven. Es algo increíble. No conocía esta carrera, nunca había participado, y me sorprendió el calor del público. Te arropa de maravilla y te hace sentir muy bien».

A pesar de la dureza de la prueba, advirtió de que «nunca sentí la dureza, tan sólo un poco en los 21 kilómetros a pie». Y una de las claves fue que «jugué bien mis cartas y supe en todo momento tener el control de la prueba y guardarme fuerzas para el final».

El campeón relata cómo fue el momento en el que alcanzó al máximo favorito y empezó a creerse que su victoria era cada vez más una realidad. «Fue al llegar a El Bosque donde cogí a Iván. Luego me contó que había sido seis minutos más rápido en ese tramo con respecto al año pasado. Se esforzó más y eso le produjo una fatiga muscular. En Algodonales me dí cuenta de que le sacaba unos cinco minutos, ya que después de terminar con la bici sólo le sacaba uno. En ese momento ya pensé que podía ser campeón. Después mantuve el ritmo y al final le saqué casi 10 minutos».

Al límite

Villaescusa mostró su asombro por la acogida que tiene esta prueba entre los amantes del triatlón. «Cuando estás arriba no te das cuenta de dónde está tu límite. Pero se ve cuando miras a los atletas populares y los ves que, aunque estén casi demacrados, lo dan todo para terminar la prueba. En este tipo de pruebas te das cuenta de lo humano que eres y de lo que lo son los demás».

A pesar de su corta historia (sólo se han celebrado cuatro ediciones), es una de las carreras que cuenta con mayor acogida a nivel, incluso, internacional. «En un ironman no se sufre tanto. Puede que sea la prueba más dura de Europa, ya que los puertos son muy largos y hay muchas subidas. De todas maneras, hay mucha gente que viene desde muy lejos sólo por eso, con la idea de terminar para superar un reto».