Cultura

Pla versus Rodoreda

Josep Plá, a quien el género de la novela no le interesaba mucho, formaba parte del jurado del Premio Sant Jordi en 1960 cuando Mercé Rodoreda concurrió a él desde el exilio con La Plaza del Diamante, entonces aún titulada Colometa. El autor ampurdanés sentenció que no podían premiar «una novela que tiene titulo de sardana». El galardón se lo llevó Enric Massó por Viure no es fácil, título y autor de los que hoy no se acuerda nadie. La novela que ha batido el récord de tirada de todos los libros es-critos en catalán sólo obtuvo uno de los siete votos, el de Joan Fuster, que aconsejó su publicación al editor Joan Sales, quien la editó en 1962. Pronto se convirtió en una obra de referencia y empezó a ser reconocida y traducida.

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Muchos años después, concretamente en 1979, la también escritora Carme Riera entrevistaba a Pla en el primer programa de cultura emitido en catalán en Televisión Española, Tot Art, constatando que el gran escritor era también un gran misógino. «Mucho mejor, me dijo, que os dediquéis a freír huevos que a escribir». «¿Todas? Le pregunté», -cuenta Riera en el número 87 de la revista Turia -, «Todas, me contestó rotundo apurando su colilla». «¿Se referirá usted a las jóvenes, insistí, a Montserrat Roig, a mÍ misma, pero no a Mercé Rodoreda?» «¿Rodo... qué -preguntó él, mirándome con sus ojillos burlones, querrá usted decir Rodolada... Sí, por supuesto, también a la Rodolada. La Rodolada ¿A la cocina !».

Las opiniones de Pla más allá de la boutade antifeminista de un viejo cascarrabias rayaban con el insulto grosero porque 'rodolada' significa en catalán algo así como extraviada, quizá por la fama de vida disipada de la escritora en determinados círculos debido a que huyó al exilio dejando a su marido (del que ya estaba separada) y su hijo.

Sin embargo, el mismo año en que recibía estas lindezas, Mercé Rodoreda aseguraba en una entrevista: «Tengo una gran admiración por Josep Pla y considero que se ha sido poco justo con él, el día que se muera se le otorgarán todos los honores que deberían habérsele dado en vida Si alguna vez se ha desviado un poco, se le puede perdonar por su gran obra».