Sociedad

Los ases saben jugar sus cartas

Han alcanzado la fama sudando en el terreno de juego, pero sus fortunas dependen más de la publicidad y de su imagen que de sus gestas deportivas

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Los niños quieren ser como ellos y a los padres no les importaría en absoluto, pero aparte del sueldo, ¿qué envidiamos de las estrellas?

FERNANDO ALONSO

Fernando Alonso Díaz (Oviedo, 1981) se juega la vida en su trabajo, no lee libros «porque nunca me dio por ahí» y pasa su tiempo libre con la Play. Eso sí, hace muchos deportes, pero apenas acudió al colegio, dado que su carrera como piloto comenzó a los 7 años, cuando ganó su primer título oficial. Llevaba a los mandos de un kart desde los tres años. «Sé más o menos lo que gano», bromea y la prensa rosa le persigue por todo el planeta. A sus 27 años, el nano se embolsa unos 35 millones de euros al año por ser uno de los pilotos más rápidos del mundo. A terminar el COU, en cambio, no le dio tiempo.

PAU GASOL

Pau Gasol Sáez (Sant Boi de Llobregat, 1980) comenzó con sus estudios de Medicina y algún día pretende retomarlos, ya que su madre es doctor y su padre enfermero. Aunque el baloncesto es la principal constante de la familia. Su hermano Marc ya ha fichado por los Memphis Grizzlies y el pequeño, Adriá, juega en un High School. Además de los ingresos publicitarios, Pau recibe de Los Ángeles Lakers unos 15 millones de dólares (10,2 millones de euros) por temporada. En el último anuncio que ha protagonizado, la marca deportiva que le viste le presenta poco menos que como el orgullo de una nación. «Está bien que tu país te admire, pero es mucho mejor que el mundo admire tu país», dice.

RAFA NADAL

Rafael Nadal Parera (Manacor, 1986) abandonó los estudios en 4º de ESO. Bajo la estricta tutoría de su tío Toni, que le puso una raqueta en la mano izquierda con cuatro años (curiosamente, Rafa es diestro), Nadal tiene muchas posibilidades, por su juventud, de convertirse en el mejor jugador de la historia de este deporte. A día de hoy, con 22 años, es el número uno del mundo y campeón olímpico. Se calcula que ingresa en torno a los 20 millones de euros al año y sólo una cuarta parte corresponde a los títulos que suda en la pista. Un asteroide lleva su nombre.

TIGER WOODS

Eldrick Tont Woods (Cypress, California, 1975) llegó al mundo con un palo de golf bajo el brazo. Empezó a jugar y a sorprender con tan sólo dos años. Sus padres le llevaban a programas de televisión en los que dejaba boquiabierto a medio Estados Unidos. En 1995 ingresó en la prestigiosa universidad de Stantford, de la que salió dos años después. Entre medias dio el salto a profesionales. Se le considera el deportista mejor pagado del planeta, con unos ingresos anuales de 128 millones de dólares (algo más de 87 millones de euros). El último día de competición siempre viste de rojo, los colores de su campus; no pasó mucho tiempo en él, pero...

CRISTIANO RONALDO

Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro (Funchal, 1985) partió de su Madeira natal a los 12 años para jugar al fútbol en Lisboa, donde tampoco tenía muchas ocasiones de ir al colegio. En 2003, tras hacer un partidazo frente al Manchester United, el entonces capitán 'red', Roy Keane, no paró hasta convencer a Alex Ferguson de que tenía que ficharlo. Hoy el madridismo sueña con él y Paris Hilton suspira por tenerle. Es el nuevo Beckham, sus ganancias publicitarias son difíciles de calcular y, aunque el club inglés le paga 4,7 millones de euros, este verano ha recibido ofertas que doblaban esa cantidad. El nombre le viene porque a su padre le gustaba Ronald Reagan.

MICHAEL PHELPS

Michael Fred Phelps (Baltimore, 1985) se graduó en el Towson High School en 2003 y fue aceptado en la Universidad de Michigan, la misma en la que estudió Michael Jordan. Poco antes de los Juegos de Pekín consiguió su diplomatura en Empresariales y abandonó el campus llevándose consigo al entrenador del equipo de la universidad. Empezó a nadar cuando le diagnosticaron hiperactividad y síndrome de déficit de atención. Precisamente la atención es lo que no ha dejado de llamar desde entonces. Con 16 medallas olímpicas en casa (14 de oro), por las ocho conseguidas en El cubo el pasado agosto, su agente calcula que debería ganar al menos 100 millones de dólares en lo que le queda de carrera. Hasta ahora ganaba entre 3 y 5 millones por temporada. El único salpicón de su biografía llegó a los 19 años cuando le arrestaron por conducir borracho. «Ha sido un incidente aislado», dijo en una sentida disculpa televisada en la que reconoció «haber decepcionado a su país».

GEMMA MENGUAL

Gemma Mengual Civil (Barcelona, 1977) es la sirena a la que todas las niñas se quieren parecer. Con ese nombre parecía predestinada a sacarse la licenciatura en Gemología. Y como buena estudiante, aparte de algunos anuncios para televisión, su fuente de ingresos durante gran parte de su vida provenía de una beca, la del programa ADO para deportistas olímpicos. El máximo escalón de esas ayudas es de 60.000 euros. Cada una de sus dos platas en Pekín tiene el mismo valor en el medallero que la de la selección de baloncesto.

MARÍA SHARAPOVA

María Yuryevna Sharapova (Nyagan, Siberia, 1987) es la única mujer entre los diez deportistas olímpicos mejor pagados. Cobra unos once millones de euros (Kobe Bryant la encabeza y Gasol es el único español). Su familia, bielorusa, se mudó a Siberia al quedar su madre embarazada de María. Tenía miedo de que la radiación causada por el accidente nuclear de Chernobil afectara al feto. Martina Navratilova la descubrió cuando tenía 6 años, en un torneo celebrado en Moscú, y de inmediato trató de convencer a los padres para que se mudaran a Estados Unidos. Dos años después tomaron la decisión y se incorporó como alumna a tiempo completo en la escuela de tenis del mítico entrenador de campeones Nick Bolletieri.