Opinion

Llevar armas para Kenia

He salido a comprar el periódico y a tomar el sol mañanero y ojeando sus artículos he leído algo que me ha encogido el corazón: otro secuestro, un barco y su tripulación. Sólo pensé en ellos, en sus vidas, el resto no me importa; pero la rabia no puedo contenerla, mi corazón ruge indignado: la carga que transporta son armas para Kenia. ¿Y yo creyendo que la revolución rusa había sido para salvar al pueblo de sus miserias! Y que dicho barco estaba repleto de alimentos, trigo, cebada..., junto a arados y artilugios para labrar el campo.

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Malditos sean los que comercian con tales máquinas de matar y los que las fabrican. Creía que el hombre blanco exportaba alimentos para los niños, para los que se mueren de hambre, y para que los que van a venir se encuentren los campos llenos de trigales y se acaben las miserias en la Tierra.

No me gusta el mundo donde vivo y entiendo los suicidios de poetas que prefieren dejarnos ante tanta miseria humana, la que habitualmente transpira por los poros de las personas.

Antonio Molina Medina. Burgos