Jerez

Patata caliente

CALLE PORVERA Aún quedan más de siete meses para su celebración y el Gran Premio de Motociclismo ya es tema de debate en la ciudad. Y mucho me temo que lo seguirá siendo hasta entonces, porque la decisión sobre la apertura o no del centro de la ciudad a las motos durante esos días es imposible que deje contento a todo el mundo.

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Comerciantes y hosteleros están encantados con la rectificación de la alcaldesa, Pilar Sáanchez, quien días atrás avanzó la propuesta de volver a abrir las calles del casco urbano de Jerez a los moteros los días previos al Gran Premio, después de dos años en los que se mantuvieron cerradas. Lógico, porque volverán a hacer cajas que, según reconocen, les salvan poco menos que un mes completo de negocio.

Pero, claro, también están los vecinos de las calles afectadas, especialmente Chapín y su entorno, que han puesto el grito en el cielo porque el descanso será una quimera para ellos durante unos días.

Ayer se celebró una reunión de la Mesa de la Motorada, encargada de trabajar en el dispositivo que se aplicará en la ciudad durante el Gran Premio, y, tal como anunció Pilar Sánchez, la propuesta que se hizo llegar a vecinos y empresarios fue la mencionada, aunque con matices. Uno, que no se abrirán a las motos todas las calles del centro. Y dejó también muy claro que se trata sólo de eso, una propuesta, y que buscará el máximo consenso posible.

No se entiende, entonces, que lo que ha sido bueno durante los dos últimso años (cierre del centro) ahora no lo sea. Ella argumenta que hosteleros y comerciantes podrán así paliar los efectos, gran culpable de prácticamente todo lo que pasa actualmente en el mundo y parte de la galaxia. Pues vaya.