MERCADOS. Un joven vende manzanas ante la Bolsa de Nueva York. / AP
Economia

Wall Street se recupera mientras Bush dice que la debacle del lunes no es el final

El presidente aseguró que el proceso para combatir la crisis sigue adelante pese al rechazo del plan de rescate

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El New York Times lo llamaba este martes «pato cojo» y advertía que «si quedaba alguna duda de que el presidente Bush ha quedado políticamente impotente por sus tribulaciones de los últimos años, se despejaron el lunes cuando, a pesar de sus llamadas personales, más dos tercios de los republicanos votaron en contra del plan» para rescatar la economía de EE UU y del mundo. Aún así, su intervención antes de que abrieran los mercados evito una nueva caída de la Bolsa. De hecho, la Bolsa de Nueva York se recuperó netamente, aunque sin neutralizar su caída histórica del lunes, en un mercado sostenido por la esperanza de que el Congreso estadounidense apruebe rápidamente el plan de rescate de los bancos. El Dow Jones ganó un 4,68%, y el Nasdaq un 4,97%.

«Estoy decepcionado, pero puedo asegurar a nuestros ciudadanos y a los ciudadanos del mundo que éste no es el final del proceso legislativo», dijo el mandatario desde el Despacho Oval, en conexión con todas las televisiones del país.

Ayer todos los periódicos de cada estado sacaban en portada cómo habían votado sus representantes, con foto, nombre y apellido. En la capital de Mississippi, el estado más pobre del país por renta per cápita, sólo uno de los cuatro había votado a favor de la ley: Chip Pickering, el único que no se presenta a la reelección.

El lastre político que dejará aprobar un plan de 700.000 millones de dólares que grava a cada ciudadanos vivo con 2.300 dólares más de duda pública para rescatar a la banca pasará factura a los legisladores en las urnas. Las centralitas ardían en sus oficinas y las páginas de internet de aquéllos que votaron a favor del plan se habían ralentizado por el aumento del tráfico. Pese a todos las esfuerzos de la última semana, el 47% de los estadounidenses sigue en contra del plan de rescate según las encuestas. El objetivo de ayer de todos los líderes políticos era convencer a la calle de que el plan no es para beneficiar a Wall Street sino para salvarles a ellos.

Cerrar las puertas

«No hay duda, es una cifra muy larga, pero es que estamos tratando con un problema muy gordo», admitió Bush. Por su parte, el candidato demócrata Barack Obama lo puso prácticamente en letras rojas: «Si no actuamos inmediatamente los negocios no podrán obtener préstamos para abrir nuevas fábricas, o para contratar a más trabajadores, o para pagar la nomina de los que tienen. Miles de negocios de todo el país cerrarán sus puertas y cientos de miles de personas se quedarán sin trabajo».

Y tampoco es hora de repartir culpas: «Si la casa de tu vecino está ardiendo, no te pones a decir que era un irresponsable que fumaba en la cama y siempre se dejaba la estufa encendida, sino que la apagas por lo menos para que no arda la tuya», dijo Obama.