Manifestación pacífica y proeuropeísta de la oposición bielorrusa, que denuncia el amaño de los comicios por parte del presidente, anoche en el centro de Mink. /EFE
comicios sospechosos

La oposición de Bielorrusia no logra ningún escaño en las legislativas, según la OSCE no del todo 'democráticas'

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La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa tenía observadores allí, y ha llegado a la conclusión de que las elecciones parlamentarias celebradas ayer domingo en Bielorrusia, en las que la oposición no ha logrado ningún escaño, no han cumplido "plenamente con las obligaciones de la OSCE para elecciones democráticas", según ha asegurado Ann Marie Lizin, jefa de la misión de observadores del organismo.

En un comunicado, la misión de observación de la OSCE (450 personas de 43 países) considera que las elecciones tuvieron lugar en un "ambiente estrictamente controlado con una campaña apenas visible", y afirman que mientras la votación se llevó a cabo "generalmente bien", el proceso se "deterioró considerablemente durante el recuento de votos".

"Las promesas que aseguraban transparencia en el recuento de votos no fueron implementadas. El recuento fue evaluado como malo o muy malo en el 48% de los centros electorales. Allí donde el acceso fue posible, fueron observados varios casos de falsificación intencionada", explica el comunicado.

Por eso, se tienen que poner en marcha "mejoras sustanciales" si Bielorrusia quiere celebrar "elecciones genuinamente democráticas en línea" con los compromisos adquiridos con la OSCE. "En consecuencia, el progreso significativo que esperábamos para el desarrollo democrático de Bielorrusia no se ha materializado", ha señalado Lizin.

Entre los factores positivos detectados en estos comicios parlamentarios se incluyen el ligero incremento en el acceso de los representantes de la oposición a las comisiones electorales, o que algunos candidatos opositores han apreciado un cierto progreso en su capacidad para convocar reuniones y mítines en localizaciones autorizadas sin que se registraran interrupciones.

Para la OSCE, la estructura legislativa de Bielorrusia continúa presentando "obstáculos". La cobertura de los medios de comunicación no ha sido realmente significativa como para que los votantes pudieran hacer una elección informada, y los partidos políticos jugaron en la campaña un papel menor a consecuencia de las restricciones impuestas por las autoridades, que no han permitido una "competición real".

Diputados 'amigos del poder'

El resultado ha sido ése, que ningún candidato opositor ha resultado elegido, según adelantaba la Comisión Electoral Central (CEC) de ese país del este. Cerca de 70 representantes de las Fuerzas Democráticas Unificadas (FDU) optaban a los 110 escaños de la Cámara de Representantes bielorrusa, cámara baja del Legislativo.

Los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que por primera vez en muchos años han podido asistir a los comicios el país ex soviético, emitirán hoy su valoración sobre los comicios, crucial para el levantamiento de las sanciones internacionales que pesan sobre el régimen de Lukashenko.

Entre los elegidos, que debían sumar más del 50% de los votos en su circunscripción electoral, figuran altos funcionarios, directores de empresas públicas y otras figuras cercanas al presidente Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994 y considerado el 'ultimo dictador de Europa', según Washington.

La responsable de la CEC ha afirmado que la oposición no ha logrado representación parlamentaria porque "los votantes temen perder lo que tienen" en un cambio radical, ya que, si opciones diferentes a la corriente oficialista llegan al poder, podría "interrumpirse su existencia tranquila y cómoda". Según datos preliminares, la participación en los comicios ascendió al 75,3% del electorado, aunque más de un tercio votó por adelantado.

Mientras tanto, la misma oposición, que ya tachó las elecciones de amañadas ayer antes de conocer los resultados, convocó anoche en el centro de Minsk -la capital- a sus partidarios para denunciar pacíficamente el fraude electoral, convocatoria seguida por unas 800 personas, e instó a Occidente a no reconocer como legítimos los resultados. "Ya se han escrutado los votos en 100 de las 110 circunscripciones y 99 diputados ya han sido elegidos, lo que permite reconocer el nuevo Parlamento como válido", ha replicado Lidia Ermóshina, presidenta de la CEC.

Claves para levantar las sanciones

En vísperas de los comicios, la Unión Europea (UE) y EEUU adelantaron que si las elecciones eran democráticas levantarían las sanciones sobre los funcionarios y las empresas bielorrusas.

Tanto Washington como Bruselas aún no han reconocido los comicios presidenciales de marzo de 2006, en los que Lukashenko resultó reelegido con más del 80 por ciento de los votos, al considerarlos fraudulentos. De hecho, desde 1996 no se reconoce ninguno de los resultados.

El propio Lukashenko indicó que espera que los observadores europeos den su visto bueno a los comicios y reconozcan que son libres y justos. Tras depositar su papeleta, el presidente bielorruso afirmó que espera que no haya pegas y "Occidente reconozca a Bielorrusia ".

Uno de los líderes opositores, Alexander Kozulin, ha dicho por su parte que sólo participa en los comicios "para demostrar a la comunidad internacional que las elecciones son fraudulentas". En ese sentido, ha asegurado tener pruebas que respaldan sus acusaciones.