Imagen de archivo de la consellera de Justicia, Montserrat Tura.
iniciativa pionera en España

Cataluña incluirá la castración química en el tratamiento de delincuentes sexuales

Los condenados deben dar su consentimiento para utilizar los llamados inhibidores hormonales

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Generalitat de Cataluña incorporará la castración química en el tratamiento de reclusos condenados por agresión sexual. La utilización de los llamados inhibidores hormonales, que se aplicarán sólo a los presos que lo acepten, será una iniciativa pionera en España, según ha informado la consellera de Justicia, Montserrat Tura, a la Cadena Ser.

Tura ha recordado que esta medida fue una de las propuestas, el pasado mes de marzo, por una comisión de expertos que abordó la problemática de los casos de violadores que al quedar libres tras cumplir sus condenas no están rehabilitados y presentan un alto riesgo de reincidencia.

Estos expertos proponían que a los violadores no rehabilitados que quedan libres se les aplique, con su consentimiento, un programa farmacológico de "supresión hormonal reversible" para reducir su deseo y sus fantasías sexuales, de manera complementaria a otras medidas de tratamiento psicosocial.

La consellera ha indicado que en estos momentos los equipos de tratamiento de cada una de las cárceles catalanas "están analizando la idoneidad o no, en cada uno de los casos, para iniciar esta terapia en función de que (los condenados por agresión sexual) estén llegando al tramo final de cumplimiento de condena.

Tratamiento opcional

Tura ha resaltado que en ningún caso se puede obligar a nadie a seguir este tratamiento porque "ninguna introducción corporal puede producirse en el sistema penitenciario, ya que está prohibido expresamente por la Constitución" y, además, "no tendría sentido", pues se podría contrarrestar fácilmente con otros fármacos que tienen el efecto contrario.

Sin embargo, los inhibidores del deseo sexual sí pueden ser un elemento "coadyuvante del tratamiento psicológico que hay que hacer a estos condenados" porque "les puede dar una cierta seguridad de que no van a tener este deseo irrefrenable de actuación patológica". Por ello, el tratamiento "debe ser efectivamente comprendido por la persona que va a tomar esta sustancia y aceptado como una ayuda en su proceso de rehabilitación".

Además, ha querido aprovechar para "desacralizar" el término 'castración química', empleado a veces para referirse a estos tratamientos, y ha recordado que los fármacos utilizados se descubrieron casualmente durante la investigación para curar un determinado cáncer de próstata.

La reinserción no se puede abordar "sólo con pastillas"

Por su parte, Santiago Redondo Illescas, especialista en Psicología y Criminología, opina que "castigo y tratamiento son compatibles", pero que la reinserción de los agresores sexuales no se puede abordar "sólo con pastillas o con cambios legislativos, ya que la delincuencia tiene muchas causas y, por tanto, no hay una solución única".

Un argumento que utilizó también para desechar la idea de que la castración química, "que más correctamente debería denominarse tratamiento inhibidor", corregirá las agresiones porque, si bien "es una medida interesante, quienes esperan de la reforma penal que incluya la castración una solución, van a verse defraudados",a asegurado el profesor de la Universidad de Barcelona

La sexualidad humana, expuso, no es igual a la animal, "no somos gatos, si lo fuésemos, valdría la castración, pero nuestra sexualidad está imbuida de fantasías, de cogniciones, impulsos y otras cuestiones". Por eso, hay que pensar en este tratamiento farmacológico como una ayuda en situaciones concretas como una salida de permiso carcelario o en momentos puntuales, tras salir de prisión, pero como complemento, subrayó.

Además, "nuestro objetivo no ha de ser que cambie y no tenga relaciones sexuales, sino que aprenda a tenerlas consentidas, no podemos pensar que la medicina arregla la delincuencia, que tiene su origen en múltiples factores", apuntó.