El Poder Judicial elige por unanimidad al juez Carlos Dívar como presidente

Al final, la sangre no llegó al río. Los 20 vocales del nuevo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) eligieron ayer por unanimidad a Carlos Dívar, hasta ahora presidente de la Audiencia Nacional, como máximo responsable del órgano de gobierno de los jueces y, por lo tanto, presidente del Tribunal Supremo.

Pese al manifiesto desconcierto y descontento que en amplios sectores del PSOE, en los progresistas de la judicatura y en el propio Supremo provocó la noticia de que Dívar era el candidato de consenso que proponía el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, al final ninguno de los nueve vocales progresistas emitió voto de castigo o abstención contra la designación de este magistrado, conservador y ultracatólico.

Los nuevos vocales, tras tres horas de «un muy amplio» y en ocasiones tenso debate, optaron por mantener el tono institucional y la disciplina y ratificaron al candidato del presidente del Gobierno, que fue aceptado sin discusión alguna por los conservadores.

No obstante, el descontento sí que se manifestó en algunos momentos en el Pleno de ayer. Varios vocales expresaron que su papel constitucional no es plegarse sin más a los deseos del presidente del Ejecutivo, pero prevaleció la tesis de que la falta de unanimidad sería interpretada no como un voto de disgusto con la elección de Rodríguez Zapatero, sino como un desdoro a las cualidades del candidato, extremo que ninguno de los presentes deseaba.

Los miembros del Pleno acordaron motivar su elección, decisión que no fue ajena a la doctrina del Supremo que exige justificar todos los nombramientos discrecionales de la judicatura.

De esta manera, se blindaron frente a un posible recurso contra el nombramiento de Dívar, que corría el peligro de ser invalidado si no tenía una motivación explícita y adecuada. El riesgo era aún mayor dado el mal disimulado enfado de los magistrados del Supremo, que desde ayer están presididos por un juez que tiene categoría de presidente de sala de ese tribunal por el cargo que ocupó en la Audiencia Nacional, pero que nunca ha sido miembro de la más alta instancia judicial española.

La declaración dice que el Pleno considera que Dívar es «la persona idónea para el perfil institucional que se requiere para presidir» el CGPJ y el Supremo, y para que estas instituciones gocen del «prestigio y la credibilidad necesarios entre los ciudadanos». La lista de «méritos y cualidades» no llega a un folio, y entre ellas destacan más las actitudes proclives a «generar confianza y consenso en torno suyo» que las loas a su altura jurídica.

Los vocales creen que será un buen presidente porque es «un jurista de Estado» que no pertenece a asociación alguna, con «capacidad de diálogo y de trabajo».

Calendario

Dívar jurará hoy su cargo ante el Rey, el lunes tomará posesión y ese día inaugurará su mandato con un discurso en el solemne acto de apertura del año judicial que presidirá el Rey.

El martes próximo, el CGPJ designará vicepresidente al ex consejero de Justicia de Valencia y magistrado conservador Fernando de Rosa. A continuación serán designados los miembros de las distintas comisiones y podría ser elegida como portavoz la ex presidenta de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) Gabriela Bravo.

Mientras los nuevos vocales conocían a sus secretarias y tomaban posesión de sus despachos, que fueron repartidos mediante sorteo para evitar conflictos mayores, los salientes se readaptaban a la pérdida de privilegios del cargo. Tras siete años de coche oficial, descubrieron los bonobuses y llegaron o se marcharon del consejo en transporte público, convertidos en ciudadanos de a pie.