TREBUJENA. La cooperativa ha apostado por este producto. / T. S.
Jerez

Luz verde a la diversificación

La Junta publica en el BOJA el nuevo Reglamento del Vinagre de Jerez que permite la crianza en todo el Marco

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Los alrededor de 300.000 euros (50 millones de las antiguas pesetas) que la cooperativa Virgen de Palomares de Trebujena ha invertido para reforzar su apuesta por el vinagre de Jerez pronto podrán comenzar a dar sus frutos una vez que la Consejería de Agricultura publicara esta misma semana en el BOJA la orden que da luz verde al nuevo Reglamento de la Denominación de Origen. Y es que, superado el trámite burocrático, lo que implica la aplicación práctica de este texto es que localidades como la mencionada o Chipiona, Puerto Real, Rota y Chiclana -que antes podían producir la uva para este producto, pero no envejecerlo y comercializarlo- ahora sí podrán vender su propio vinagre con el sello certificado por el Consejo Regulador.

Por este motivo, las dos naves que los socios de la cooperativa compraron y en las que ya hace tiempo que están instalando las nuevas botas de este exquisito condimento que también han adquirido -y que han sumado a sus existencias- son un paso de gigante para unos viñistas que han puesto sus esperanzas en este producto para garantizar su futuro.

Objetivo

La diversificación de la producción que se cosecha en la Denominación de Origen, y que es excedentaria en lo que a elaboración de vino se refiere, es el principal objetivo de los viticultores de Virgen de Palomares. «Tal como está la situación no podíamos depender sólo de vender mosto a las bodegas o del vino. Teníamos que usar la imaginación y buscar nuestra propia línea de negocio con el vinagre», explica el presidente de la cooperativa, Juan Antonio Romero.

Por eso, una vez que el nuevo Reglamento de la Denominación de Origen cambió las reglas del juego y amplió la zona de crianza a todo el Marco de Jerez, los viticultores de Virgen de Palomares no se lo pensaron y apostaron de lleno por este producto cuya comercialización sigue arrojando cifras positivas.

Después de todo, como recuerda Romero, en Trebujena ya contaban con la parte más importante: una materia prima excelente. «El mosto de Trebujena, que tiene muy alta graduación, siempre ha sido muy solicitado para convertirlo en vinagre», recalca. En esta nueva etapa, aunque seguirán distribuyendo este producto a las principales bodegas del Marco, «también lanzaremos una nueva línea y buscaremos nuestro propio nicho de mercado», una aventura que ya habían iniciado, pero siempre fuera de la Denominación de Origen.

A los viticultores de Trebujena les quedan ya pocos pasos que dar para ver su propio vinagre de Jerez en las estanterías. «Ahora que el Reglamento ya es oficial sólo tenemos que reunirnos con el Consejo Regulador para cumplir los trámites y que nuestro condimento pueda llevar el sello y el etiquetado que garantiza que pertenece a la Denominación». Eso implicará que tendrán que someter su producto a auditorías, certificación de vejez para obtener las distintas categorías, etc. «No nos preocupa en absoluto, desde que la cooperativa se fundó en 1957 hemos vendido vinagre, ¿es o no es eso vejez?».

También buscan el apoyo de la Junta. De ahí que hayan presentado varias solicitudes a diferentes líneas de ayudas para poder poner en marcha, entre otras iniciativas, su propia planta de embotellado centrada sólo en vinagre.

ppacheco@lavozdigital.es