«No estoy falto de mujeres pero voy a la tele a buscar mi media naranja»

Se define como «buena gente y extremadamente confiado», unas cualidades que pueden ser un arma de doble filo para un reality televisivo. Pero, a pesar de las habladurías y bromas que ya ha empezado a soportar en su pueblo, Carlos Ruiz Montero, un ganadero de reses bravas de Medina Sidonia, está a punto de convertirse en el único concursante andaluz del nuevo programa que anoche adelantó Cuatro para esta próxima temporada, Granjero busca esposa.

El formato arrancó ayer con los videos de presentación de los diez finalistas del casting entre los que se incluye el asidonense. Ahora, él y sus compañeros tendrán que esperar la respuesta que tienen del público femenino (exclusivamente) y, a partir de enero, las elegidas vivirán junto a ellos de diez a veinte días -según marche la audiencia-. De el experimento podrá surgir «la amistad o algo más». Carlos está más que preparado «para lo que venga».

De la venta al plató

«Voy buscando una experiencia. Yo no estoy falto de mujeres pero si encuentro mi media naranja mejor», comenta el joven que en Medina es conocido además de por su ganadería, por ser uno de los once hermanos que regenta la famosa Venta El Soldado. «Fueron mis amigos los que llamaron por mí en plan de broma...y ¿mira en el lío en el que me han metido ahora!», bromea.

Rubias o morenas

En cuanto a sus preferencias Carlos sólo pide una cosa: «que le guste el campo o que se acostumbre a vivir aquí». Sobre el físico no tiene un tipo de mujer definido. «Me gustan rubias y morenas. Eso sí, que sean divertidas y les guste la fiesta». Y es que el joven ganadero se confiesa amante de las «buenas juergas» entre amigos. «Bueno... y que haya sex-appeal», matiza el conquistador gaditano.

Sobre si dudó en algún momento en presentarse al programa por las habladurías que podría despertar entre sus vecinos, Carlos lo tuvo claro: «Siempre me ha importado dos pitos lo que piense la gente. Lo único que me quita el sueño es que llueva, mis becerros se mojen y cojan frío».

El asidonense cuenta además con el apoyo de su familia, un clan muy unido en torno a la figura de su madre que son muy conocidos en la zona por regentar una de las casas de comida más famosas de la Janda, la Venta El Soldado. Tanto es así, que en el bar familiar los Ruiz Montero han recibido más de una visita ilustre como la del premio Nobel Gabriel García Márquez, el ex presidente Felipe González o la habitual parada de toreros como José Tomás. Pero ahora (siempre que la audiencia responda) el famoso será él. «En casa saben que yo puedo buscar novia como quiera. Soy libre», afirma.

Y es que aunque todavía no ha arrancado el programa diario, el asidonense ya ha empezado a sufrir los comentarios del vecindario. «Las mujeres me dicen que para que me voy a la tele con la de mujeres que hay aquí», bromea.

Pero, por encima de los que digan o hablen, el joven ganadero lo tiene claro: «Yo lo que quiero es divertirme y este programa me lo permitía porque a la vez que concurso puedo seguir cuidando a mis vacas». Y continúa: «Mis armas serán la sinceridad, la claridad e intentar que se lo pasen bien».

Tacones y pienso

¿Y si se le planta en la finca una pija con tacones que no quiera ni ver el pienso?-se le pregunta-. «Pues tendrá que acostumbrarse a lo que hay. Yo no voy a dejar de trabajar», adelanta el concursante. La convivencia comenzará tras el último corte del casting cuando queden seis. Entonces, las mujeres que seleccione Carlos irán a convivir con él al hotel rural Los Monteros y a trabajar en la ganadería El Soldado.

A diferencia de otros realitys, el concursante podrá tener contacto con el exterior siempre que el programa lo permita. El premio económico aún está por determinar. «A ver que tal me sale este lío», se despide Carlos. Si quiere conocerle tendrá que llamar al 806 517 484.

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