EL ÚNICO. Óscar Silva, en un entrenamiento con el Conquense.
CONQUENSE

El gaditano, en el rival

Óscar Silva puede ser el único jugador de la provincia, tras la baja de Raúl López, que jugará este domingo en Carranza

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Óscar Silva es de los pocos del Conquense que cuando al equipo le tocó jugar en el grupo IV esbozó una sonrisa pese a los inconvenientes que reúne el grupo andaluz para el once manchego tal y como atestigua el único punto que llevan. La respuesta a su alegría por jugar en el grupo más potente de los cuatro es su condición de gaditano. Y es que gracias al capricho de la Federación, Óscar podrá visitar a los suyos con cierta frecuencia. Aunque sabe «que es más complicado este grupo, me va a venir bien para ver a mi familia a menudo». Además, argumenta que le viene mejor para su carrera «porque el grupo IV es un mejor escaparate».

Silva comenzó salió del Atlético Sanluqueño. De los juveniles saltó al primer equipo de la mano de Carlos Orúe. De Sanlúcar se fue a la vecina Sevilla para vivir cuatro años en el cuadro sevillista. Llegó a lo más alto de su carrera cuando Marcos Alonso le hizo debutar en el primer equipo en el año del ascenso a Primera.

Fue la salida de Sevilla cuando Óscar comenzó a dar más vueltas que un volaó. Estuvo en Albacete, en La Línea, jugó en Segunda B con el San Fernando en una temporada de la que no guarda buenos recuerdos porque «fue el año de los jaleos para cobrar y de la llegada de Mario Kempes», rememora.

Dejó Cádiz para irse a Zamora dos años, de allí pasó a Cartagena, y de La Manga marchó a Talavera de la Reina (Toledo) para jugar tres años en su equipo. Cumple su primero en el Conquense y, aunque ya está acostumbrado a cambiar de aires, no esconde su querencia hacia su tierra.

Este domingo volverá a jugar en Carranza -ya lo hizo con el Sevilla B y con el San Fernando- defendiendo los colores de su nuevo equipo. Para este compromiso, Óscar ya se ha aprovisionado de varias entradas de sus compañeros para que en las gradas del estadio gaditano no falte nadie de su gente.

Aunque tiene un ramalazo sevillista no escatima honores al Cádiz. Precisamente, en su estadio vio a uno de los más grades. «De pequeño recuerdo que vi a Mágico en un partido de Copa ante el Madrid de los Míchel, Butragueño...».

Como andaluz que es sabe diferenciar la pasión con la que se vive el fútbol en el sur que en La Mancha. «Está claro que aquí en Cuenca se vive muy distinto el fútbol. Hay gente que sabe mucho pero les cuesta ir al campo», admite.

Lejos de amilanarse por jugar ante 12.000 personas en Carranza, muestra su motivación por hacerlo. «Cuanto más gente te vea es mejor para el futbolista», opina.