GOLES. Van Nistelrooy y Sergio Ramos vieron puerta. / EFE
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Faena de aliño del Madrid en el Bernabéu ante los amigos del Bate Borisov

Sergio Ramos, en una acción de estrategia, y Van Nistelrooy, de carambola, certificaron la victoria merengue ante un rival que llegaba rendido de antemano

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Con la ley del mínimo esfuerzo, un juego ramplón y ante una afición con síntomas de malestar, el Madrid solventó el trámite ante los amigos del Bate Borisov. A la espera de medirse a rivales de más cuajo y tradición, como la Juve y el Zenith, los de Schuster iniciaron con suma calma el sueño de la 'décima'. Un choque sin historia resuelto con los goles de Sergio Ramos, tras una acción de estrategia, y Van Nistelrooy, de carambola. Raúl estuvo romo y Gago se retiró lesionado. Otra víctima de los largos viajes y el virus FIFA.

Con un presupuesto casi cuatrocientas veces menor que el del Real Madrid, era lógico que los bielorrusos salieran derrotados de antemano, dispuestos a firmar una rendición sin sangre. El turismo, las compras y ver desde dentro el majestuoso Bernabéu, ya eran suficientes alicientes para los debutantes de la 'Champions'. Por no dar, los chicarrones del Este no pegaron ni patadas a un conjunto blanco que en apenas cinco minutos ya había dispuesto de tres ocasiones. Dos faltas a destiempo en todo el partido, ambas del inocente lateral Kagush, y el trencilla luxemburgués le expulsó. Ni un Segunda B ofrecía tan poca resistencia como el Bate.

Sobre todo Robben, entraba cuando y como quería. Pero estaban tan sobrados los de Schuster que no definían. Tuvieron que adelantarse de estrategia. Un córner hacia atrás, un gran pase de Guti a Sergio Ramos y un remate certero del sevillano que se tragó el portero.

Gago, roto

Tanto flojeaban los bielorrusos que al Madrid le entró sueño. Y se cumplió otra norma no escrita. Basta que no fuerces para que te lesiones. Y Gago, que disfrutaba de sus primeros minutos de la temporada, se tuvo que retirar con molestias musculares. Alertado por su gente, el Madrid pegó un pequeño acelerón en la reanudación. Y en una acción de carambola, Van Nistelrooy marcó su gol 58 en Copa de Europa y sentenció un choque que no pasará a la historia por el buen fútbol.