Liberado el pesquero español retenido por las autoridades de Mauritania

Las autoridades pesqueras de Mauritania han liberado esta tarde al buque español 'Bahía de Portosanto', que había sido retenido en el puerto de Nuadibú como consecuencia de un expediente abierto por presunta pesca ilegal el pasado 13 de mayo, según confirma el Ministerio de Medio Ambiente mediante una nota.

La liberación se ha producido tras la última reunión celebrada esta mañana entre el embajador de España en Mauritania, Alejandro Polanco, y el Consejero del Ministerio de Medio Ambiente en este país, Guillermo Artolachipi, con el responsable de la Delegación de Pesca de Mauritania.

En el encuentro, "y en base a las excelentes relaciones entre las administraciones pesqueras entre los dos países, las autoridades mauritanas han entendido los argumentos presentados por la parte española, que ya con anterioridad había transmitido, tanto a Mauritania como a la Comisión Europea, los datos de navegación del Bahía de Portosantos", se afirma en el comunicado del Ministerio.

Mediación del Gobierno y de la UE

Desde que el pasado miércoles fue retenido el pesquero, sobre el que pesaba una sanción de 44.000 euros por presunta pesca ilegal, las autoridades españolas han mantenido numerosos contactos tanto con Mauritania como con los responsables pesqueros de la Comisión Europea, "que han permitido solucionar satisfactoriamente este incidente".

Además, las autoridades pesqueras españolas han mantenido informado al armador del barco, Santiago Iglesias, de la evolución de los hechos que han conducido a la liberación del pesquero. Al conocer la noticia, Iglesias se ha felicitado por la "agilidad" con la que ha operado la Administración española.

El 'Bahía de Porto Santo', una embarcación de 33 metros de eslora y 1.200 caballos de potencia, fue retenido el 10 de septiembre al atracar en un puerto mauritano para descargar la captura de merluza y trasladar la carga a un mercante propiedad de la casa armadora, con base en Poio, en la provincia de Pontevedra. Entonces un grupo de militares armados subieron a bordo e impidieron su salida sin dar explicaciones. El armador afirma que este incidente le ha provocado pérdidas de 8.000 euros diarios.