Deportes/Mas-Deportes

Fenómeno paranormal

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

os más de 10.000 abonados de esta temporada mantienen al Cádiz en ese peldaño superior -inalcanzable para el resto de entidades deportivas de la provincia- que le confiere el calificativo de fenómeno extraordinario, algo sintomático en una ciudad que hace aguas y que sólo se mantiene a flote por la pasión sin límites de los cadistas. Así que mejor hubiera hecho la alcaldesa en cursar una visita a las entrañas del estadio Carranza acompañada del presidente de Costa Rica para mostrarle el verdadero sentir del pueblo gaditano. Nos habríamos evitado otro monumental atasco en San Antonio y de paso pamplinas del calibre de que el espíritu de esta trimilenaria ciudad persiste todavía en Iberoamérica. Señor Arias sepa usted que lo único que nos ha llegado más allá del charco y de verdad supo agitar la conciencia de los ciudadanos de esta urbe fue un malabarista del balón llamado Mágico González que adquirió fama de dios en el barrio de La Laguna y de mito allende Cortadura. Aquí, lo demás -que Alcances proyecte otro tipo de cine y que el tramo de asfalto tercermundista del puerto provoque pánico entre los moteros- carece de importancia. Si añadimos que las ya de por sí maltrechas economías domésticas están bajo mínimos, podrá entenderse que el conjunto que entrena Javier Gracia se haya convertido en la más gratificante vía de escape en este periodo de recesión económica e intelectual (esta última no se sabe cuándo comenzó). El Cádiz no entiende de crisis. Es algo tan grande que apenas a 30 kilómetros de aquí sigue provocando una envidia malsana y eso que el Xerez milita en Segunda A porque se lo ganó tan a pulso como los de la capital su descenso. Ayer lo extraordinario se trasladó a El Puerto y muy pronto a San Fernando, localidades vecinas en plena expansión, pero que observan atónitas todo lo que rodea a este fenómeno.