RESCATE. Varios pescadores en una de las noches posteriores al naufragio. / L. V.
Jerez

El patrón del 'Pepita Aurora' declara hoy ante el juez de instrucción de Algeciras

La Fiscalía exigió el testimonio después del informe de Marina Mercante Vega comparecerá en calidad de imputado para explicar su versión de los hechos

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Prácticamente como si fuera un acto de primer aniversario, el juez que instruye el naufragio del Nuevo Pepita Aurora (siniestrado el 5 de septiembre de 2007) escuchará hoy atentamente lo que tenga que decir José Vega, patrón del malogrado barco cuyo vuelco causó la muerte de ocho de sus 16 tripulantes (tres cuerpos permanecen desaparecidos). El capitán acude hoy al Juzgado Número 3 de Instrucción de Algeciras (que es la jurisdicción competente en la investigación) en calidad de imputado y para detallar las condiciones en las que salió a la mar aquel día su embarcación y por qué pudo girarse en unas condiciones adversas (viento de Levante de fuerza 7 y fuerte marejada).

Fue la Fiscalía, tras recibir el informe de la Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marítimos que revisó todo lo sucedido en aquel día, la que solicitó la declaración como imputado del patrón del barco. De hecho, la imputación no supone que se acuse al patrón de ningún delito y la declaración incluso favorece jurídicamente al afectado, ya que los testigos no precisan de abogados y los imputados, sí.

En definitiva, la Fiscalía reclamó el testimonio de Vega después de que en el estudio realizado por el Ministerio de Fomento se achacase el vuelco al exceso de peso del buque (más de 12 toneladas por encima de lo permitido), al cierre de varias falucheras y al cambio en el libro de estabilidad. Al parecer, todas esas decisiones dependían del capitán y por eso el juez tomará testimonio.

No obstante todo, fuentes de la Dirección General de la Marina Mercante, dependiente de Fomento, han aclarado durante estos días que el informe de la comisión no tiene carácter jurídico, sino que su objetivo era solamente llegar a las conclusiones que determinen las causas técnicas del accidente y formular una serie de recomendaciones dirigidas a la mejora de la seguridad marítima y a la prevención de futuros accidentes.

Por su parte, tras conocerse la imputación del patrón del barco pesquero, uno de los supervivientes del suceso, José Crespo, ha declarado que «hay que aclarar las causas del naufragio antes de imputar a nadie» y manifestó que «no hay que echar la culpa a nadie». Lo cierto es que varios de los supervivientes del naufragio siempre se han puesto del lado de su compañero y no le culpan de lo sucedido.

Del mismo modo, señaló que en ocasiones anteriores al suceso navegaron con «el doble, el triple y el cuádruple de peso» y «nunca pasó nada», y aseguró que a veces transportaron en el buque tres toneladas de nieve y 800 cajas de madera con boquerones. Asimismo, afirmó que los desagües del buque estaban bien pero que la embarcación estaba «resentida» por el paso del tiempo (iba a cumplir diez años) y las cargas.

En suma, tanto ellos como los familiares de los fallecidos piensan en que las responsabilidades judiciales podrían estar más en una negligente fabricación del buque (una nave gemela al Nuevo Pepita Aurora naufragó meses antes en Galicia) o en la tardanza a la hora de rescatar a los tripulantes (el primer equipo de salvamento llegó al lugar de los hechos dos horas después).