VÍA LIBRE. Los motoristas podrán acceder en sus vehículos a todas las zonas del casco urbano. / CRISTÓBAL
Jerez

Satisfacción con reservas ante la apertura de la ciudad a la Motorada

Comerciantes, hosteleros y moteros apuestan por abrir las calles, pero con medidas de seguridad adicionales Los vecinos acogen con «precaución» la iniciativa e insisten en que no debe peligrar el descanso del ciudadano

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Las reacciones no se han hecho esperar, y los diversos colectivos y partidos políticos de la ciudad se han apresurado a lanzar sus impresiones sobre la intención del Gobierno local de abrir nuevamente todas las calles de Jerez a las motos, durante el próximo Gran Premio. Como publicara ayer LA VOZ, la alcaldesa, Pilar Sánchez, aseguró el pasado lunes que el cierre de vías «ha pasado a la historia», y que será sustituido por «una apertura controlada».

Una noticia que en principio ha causado satisfacción aunque con ciertas reservas, como confesó ayer el portavoz de la Asociación Unión de Comerciantes Asunico, Manuel García. «Nosotros nos lo tomamos con cautela, porque primero habrá que ver en qué consiste el plan. En abril se creó una mesa en la que estaba Asunico para hablar de la Motorada, pero no hemos vuelto a reunirnos. Nos hemos enterado de esta novedad por la prensa, así que estamos fuera de juego. No nos creeremos nada hasta que se habilite la mesa y veamos en qué consiste esto».

No obstante, desde la asociación sí apuntaron a que ellos fueron de los primeros en apostar por que acabara el blindaje de la ciudad a las motos, pero con medidas adicionales de control en aquellos lugares más conflictivos. Una postura parecida a la del otro gran colectivo de comerciantes jerezanos, Acoje, cuyo portavoz, Jesús Herrero, se mostró incluso más contundente.

«Vemos la medida positiva, pero nos gustaría que no hubiera ni una sola valla en Jerez. Desconocemos qué va a hacer la alcaldesa, pero desde luego somos partidarios de que se quite por completo el blindaje y exista la libre circulación de todo el mundo por todos sitios, con la Policía para hacer cumplir la ley y que multen a quien no lo haga». Herrero recordó el perjuicio provocado por el plan de cierre de determinadas zonas, especialmente del centro, durante los dos últimos años de celebración del Gran Premio, lo que no sólo ha influido en una menor asistencia de moteros sino también en las reticencias de los clientes habituales, que han encontrado dificultades en los accesos.

La clientela huyó

Adrián Bravo, propietario de los bares de copas Bellaquio y Lacre, mostró abiertamente su respaldo a la decisión municipal, recordando las negativas consecuencias que ha supuesto para el sector lo ocurrido en las últimas ediciones del Gran Premio. «Es algo muy favorable, porque los últimos años hemos notado que la gente se iba a otros sitios y el motero lo ha tenido complicado para entrar en Jerez. Evidentemente la medida tendrá que ir acompañada por controles que impidan el vandalismo, pero esto es lo que hay que hacer, porque el negocio fuerte ha acabado yéndose a pueblos como Conil o Chiclana».

El presidente de la patronal hostelera Horeca, Antonio de María, lamentó al igual que los colectivos de comerciantes que «nadie nos haya llamado y no sabemos qué medidas se adoptarán». De todas formas, De María recalcó que la organización respaldará las iniciativas que lleve a cabo el Ayuntamiento, aunque dejó entrever claramente su postura al respecto. «Si se va a celebrar el próximo Gran Premio igual, el volumen de negocio será catastrófico. Se pueden abrir las calles garantizando siempre el descanso de los vecinos, y que la Policía ponga cepos e incaute las motos de los que no respeten las normas, como ya pedíamos nosotros».

Precisamente en este punto incidió el presidente del club Cherokee, Jesús Vega, que es partidario de abrir las calles tras las críticas recibidas por los moteros, siempre y cuando se cumplan unas mínimas normas. «Si se van a controlar los desmadres, esta opción es mucho mejor. Pero hay que evitar los actos violentos de algunos moteros, porque si no todo son problemas». Y como no podía faltar la opinión de otros de los principales afectados, los vecinos, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Solidaridad, Santiago Casal, mostró ayer su sorpresa por las declaraciones de la alcaldesa.

«Desconozco qué van a hacer exactamente, pero seguro que viene motivado por los nefastos resultados económicos. Lo cierto es que los vecinos sí que estaban más contentos con el cierre, por lo que nos tomaremos la noticia con precaución. Lo que sí es verdad es que la apertura deberá estar más controlada, para que no vuelvan a ocurrir las cosas de otros años. No hay que olvidar que ya en El Puerto los vecinos consiguieron una sentencia judicial a su favor, por lo que habrá que garantizar el descanso».

admontalvo@lavozdigital.es