«En unos meses tu vida se reduce a comer, entrenar y dormir»

-Es el primer torneo en el que compite y ya le clasifican entre los mejores ¿Se lo esperaba?

-No, que va. Yo venía a vivir la experiencia y conocer esto de la competición pero nada más. No me esperaba quedar el segundo de los no profesionales y poder clasificarme entre los mejores.

-¿Qué sensaciones tuvo el día de la competición?

-De todo. Nervios, mareos...Cuando llegas allí te fijas en los demás participantes y tú te ves el más delgadito. Mis amigos me decían que yo estaba a un gran nivel pero no me lo creía.

-¿Cómo decidió lanzarse al mundo del culturismo?

-Mi hermano que me comió el coco. El ha sido culturista y me fui picando para que me lo planteara. Me ha ayudado mucho para este torneo.

-¿Es muy dura la preparación?

-Sí. Si quieres competir en esto tienes que sacrificarte y mucho. Tres meses antes te impones dietas muy altas en proteínas y bajas en hidratos de carbono y grasas. Comes hasta seis veces al día y los últimos días previos a la competición tienes que beber como mucho un vaso de agua al día para que el cuerpo vaya expulsando líquidos.

¿Qué es lo más importante para conseguir un cuerpo que pueda competir?

-El sacrificio en la dieta es la clave para conseguir resaltar tus músculos. El 70 por ciento es de la comida y el 30 restante de entrenar y descansar.

-¿Merece la pena?

-Por supuesto. He pasado malos momentos porque durante estos meses sólo podía comer, entrenar y dormir. Pero ver como tus amigos han ido a apoyarte, que te subes al escenario y está todo el público pendiente de tí, se echan fotos como si fueras famoso...es increíble.

-¿Tiene en mente seguir compitiendo?

-De momento no. Me gustaría volver a repetir pero dentro de unos años. Hay que tener mucho tiempo y dinero para dedicarse a esto. Ahora voy a seguir cuidándome pero sin pasarse.