VÍA INDUSTRIAL. Los camiones de gran tonelaje volvieron a pasar por la avenida sólo un día después de la inauguración de los trabajos de reforma. / ÓSCAR CHAMORRO
CÁDIZ

Los vecinos de Segunda Aguada volverán a movilizarse si no se controla el paso de camiones

Los vehículos de menor tonelaje vuelven a utilizar la avenida a pesar de que no están autorizados El colectivo vecinal exige que el tráfico pesado se limite a un solo carril para mejorar la seguridad

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Poco les ha durado la tranquilidad a los vecinos de Segunda Aguada tras las obras del alcantarillado. Los camiones volvieron a transitar por la avenida rehabilitada sólo un día después de su apertura definitiva el pasado 30 de agosto a pesar de las limitaciones que estableció el Ayuntamiento. Una vez terminadas las mejoras en los servicios de saneamiento y el pavimentado de la avenida principal, el área de Tráfico instaló señales verticales y horizontales que limitan la velocidad a 40 kilómetros por hora y obligan a los camiones de menos de 20 toneladas a desviarse por la avenida Juan Carlos I.

Pero en la práctica no se cumple ni lo uno ni lo otro. Ésta será la principal reivindicación que llevarán los vecinos de Segunda Aguada, representados por el presidente de la nueva asociación del barrio, José Pichardo, a técnicos del Ayuntamiento con los que se reúnen hoy. El colectivo vecinal pretende acercar posturas con este encuentro y llegar a algún acuerdo para reducir el tráfico pesado. «No tenemos motivos para desconfiar del Consistorio, pero si no se oyen nuestras peticiones volveremos a las movilizaciones», amenazó Pichardo.

El portavoz vecinal reconoció que «la situación ha mejorado bastante tras la remodelación. Estamos contentos con la obra, pero no es suficiente». La avenida ha ganado algo más de un metro de acerado y se han plantado palmeras para separar la zona peatonal del firme. Aun así, «resulta inseguro cuando camiones de más de 40 toneladas pasan a menos de un metro de los viandantes», señaló, con lo que vuelve a dar vigencia a una reivindicación casi histórica que ha mantenido el barrio durante años.

Poco viable

El Ayuntamiento nunca se planteó cerrar el tránsito de vehículos pesados y Pichardo admitió que tampoco van a pedir «lo imposible», aunque no consideró «que sea descabellado» mantener las vías alternativas que se propusieron cuando empezaron las obras. Además del desvío de Juan Carlos I para los pequeños camiones, los de mayor tonelaje accedían al centro por la la avenida de la Bahía, que tendrá que cerrar al tráfico en breve para iniciar los trabajos de mejoras previstos en el plan municipal.

Otra de las reivindicaciones que lleva hoy en cartera la nueva asociación Segunda Aguada es limitar el paso de tráfico pesado a un solo carril, para que los peatones puedan circular por la acera opuesta. Pero tampoco parece que el Ayuntamiento esté por la labor, puesto que la salida del centro tendría que desviarse por la avenida de Ana de Viya y Andalucía, donde coincidirían camiones y autobuses, además del gran número de turismos que utilizan este itinerario cada día.

Durante el tiempo que duraron las obras, la Policía Local controló el tráfico para evitar que los posibles despistes de los conductores entorpecieran los trabajos, que duraron poco más de dos semanas, pero tras la reapertura el dispositivo de vigilancia se retiró y no se ha vuelto a controlar el tráfico en la zona, a pesar de que hay calles que han cambiado de sentido. Precisamente por eso, los vecinos solicitarán también que se establezca una nueva reordenación del tránsito rodado que mejore las condiciones de la zona.

El colectivo que preside Jose Pichardo tiene el apoyo del resto de asociaciones de la zona, que estuvieron presentes en la primera manifestación de junio de 2006 tras la que se aceleraron los trámites para iniciar las obras. Una de ellas es la de Rafael Alberti, en la que están representados vecinos de la barriada colindante de San Severiano. Su portavoz, Gustavo Rosales, aseguró que «secundará cualquier iniciativa que suponga una mejora para la zona si mis vecinos me lo piden».

El representante vecinal mostró su satisfacción con los trabajos de mejora, sobre todo en el firme, capaz de absorber ruidos, pero el paso de camiones sigue siendo un problema si no se establece un control. Rosales criticó la ampliación de los horarios para el tráfico pesado, que antes se dividía en turnos de mañana y noche de 7:00 a 12:00 y de 19:00 a 21:00 y ahora es continuo, aunque se haya limitado el tonelaje.

emartos@lavozdigital.es