RECUPERACIÓN. El vertido estuvo a punto de alcanzar la zona de los bañistas. / A. MORENO
Chiclana

Marín asegura que los consecuencias del vertido podrían haber sido muy graves

Chiclana Natural da por finalizadas las obras de sustitución del tramo afectado por la avería y las análiticas realizadas en la zona de baño son normales

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El alcalde de Chiclana, Ernesto Marín, declaró ayer que las consecuencias del vertido de fecales producido en días pasados podrían haber sido muy importantes si no se hubiese actuado a tiempo. «Supimos parar un problema con consecuencias medioambientales graves», comentó Marín. De esta forma, si el vertido hubiese llegado al mar, la zona de baño tendría que haber sido cerrada, teniendo efectos perversos sobre el turismo y el ecosistema.

No obstante, en la mañana de ayer se dieron por finalizadas las obras de sustitución del tramo de tubería que originó el lunes el escape de aguas fecales en La Barrosa. Esta actuación, según apuntaron desde el Consistorio, debe entenderse como una primera fase ya que, a los trabajos realizados, habrá que sumarle la reposición del tramo de la tubería de hormigón afectado. Esta intervención se llevará a cabo a partir de septiembre para no causar molestias entre los turistas y vecinos.

Trabajos de desinfección

En la jornada de hoy, los trabajos para paliar los efectos de la contaminación se centrarán en la eliminación del tercer dique construido para que el vertido no llegara al mar. Además, ya se ha retirado la capa de arena más perjudicada y se ha desinfectado la zona. El dispositivo de limpieza viaria, por su parte, comenzó ayer las labores de baldeo de las calles afectadas para garantizar, así, la desodorización y desinfección de las mismas.

Desde el Ayuntamiento resaltan que las primeras analíticas realizadas en la zona de baño han arrojado resultados completamente normales, aunque aseguran queseguirán haciendo mediciones periódicas para comprobar el estado de las aguas.

Ayer, la zona de baño de La Barrosa se encontraba en perfectas condiciones, aunque seguía acotado el tramo dónde se ubicó la mayor parte del vertido. «El olor no está llegando a la playa; no en vano, la gente evita ponerse debajo del lugar dónde se acumuló el vertido», comentaba ayer Carlos Barranquero, un turista que pasa sus días de vacaciones en Chiclana. A pesar de que el problema fue subsanado, los vecinos volvieron a alertarse a primera hora de la mañana de ayer, por un nuevo escape de agua. Sin embargo, desde el Ayuntamiento confirmaron que todo se debía a un aumento de la presión para desatascar las tuberías y restablecer la red.

En la carretera principal de La Barrosa los efectos seguían visibles, sobre todo, en el gran socavón realizado para reparar la avería.

El alcalde, Ernesto Marín, ha mostrado su satisfacción ante la rápida y eficaz respuesta que han demostrado todos los operarios y empresas que han trabajado en la zona «para solventar el problema en un tiempo récord». Especial mención tuvo el regidor para los responsables de mantenimiento de los distintos establecimientos hoteleros que se emplazan en la costa, «que entendieron el problema y colaboraron para desaguar sus depósitos de forma escalonada, minimizando, así, los efectos negativos», concluyó Marín.

chiclana@lavozdigital.es