Exposición

De la ficción a la realidad, un viaje sin retorno

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El submarino más conocido del planeta no fue fruto de la imaginación de Julio Verne. El prolífico padre de la ficción bautizó a la máquina marina del Capitán Nemo con el mismo nombre que su inventor, Robert Fulton, le concedió: Nautilus. En 1978, Fulton, a petición de Napoleón Bonaparte, creó una tosca nave sumergible. Dos años más tarde, se probaría con bastante éxito para la época: 24 horas bajo el agua, a 8 metros de profundidad y con capacidad de suministrar oxígeno durante la inmersión. Toda una proeza que el gobierno inglés consideró insuficiente como para financiar el proyecto. Una pena. No obstante, la idea y el nombre primigenios volvieron a ser rescatados de 'Veinte mil leguas de viaje submarino' y el USS Nautilus, fabricado por la marina estadounidense, pasó a la historia de la navegación por ser el primer submarino de propulsión nuclear. Pero esta no fue su única hazaña.

Como si de una quimera se tratase, los americanos se lanzaron a la conquista del Polo Norte, bajo el agua. Así, en 1958 el USS Nautilus culminó con éxito la travesía bajo la capa de hielo ártico. El comandante W.R.Anderson, describe la aventura de submarino atómico de la siguiente manera en su libro ‘Nautilus, 90º Norte’: “El Nautilus había iniciado una nueva era y conquistado el extenso e inhóspito Ártico. Los instrumentos de a bordo habían obtenido por primera vez una amplia y exacta información de la gran depresión del Ártico y de sus proximidades. La proeza del Nautilus constituía una dramática demostración de la superioridad técnica en una importantísima área de la ciencia. En la mente de millones de hombres igualaba, si no sobrepasaba, el éxito de los Sputniks rusos. Por primera vez en la Historia, un barco había llegado al Polo Norte. Y jamás habían estado tantos hombres juntos a la vez -116- en el Polo Norte. Estaba orgulloso del Nautilus”. Al igual que cientos de marinos se zambullen en las profundas aguas del océano, los artistas del Grupo Manglar han utilizado este icono del mundo marino para bucear en busca de su yo más personal. El resultado, la exposición contemporánea “En busca del Nautilus”. En el Baluarte de la Candelaria hasta el 30 de agosto.