ÚLTIMO ADIÓS. Operarios de la funeraría descargan el féretro de Isaac Domínguez en Salamanca. / EFE
ESPAÑA

Los coches fúnebres recorren España para enterrar a las víctimas del siniestro

Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra y Andalucía despiden a sus muertos

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Los coches fúnebres, procedentes de Madrid, se repartieron por España con las víctimas del siniestro de Barajas. Comenzó el goteo de entierros a medida que los equipos de investigación concluyeron la identificación de los fallecidos y entregaron sus restos a los allegados. Ayer, recibieron el último adiós viajeros de Castilla La-Mancha, Castilla y León, Navarra, Andalucía y muchos procedentes de Canarias.

En Salamanca, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción acogió el funeral por Isaac Domínguez, de 21 años, que viajaba a las islas con el matrimonio Javier Núñez y Zenaida Hernández para asistir al bautizo del hijo de ambos. El bebé, sus padres y la hermana del marido, procedentes de la localidad leonesa de Calzada del Coto, también perecieron en el accidente.

Se da la circunstancia de que el bebé de los Núñez figuraba en el billete de Isaac y no en el de sus padres. Domínguez sobrevivió al siniestro, pero falleció horas después en el hospital de La Paz. Su identificación no presentó grandes problemas y ayer su cuerpo recibió sepultura en la localidad salmantina de Cabrerizos, de la que es originaria su familia.

En la localidad zamorana de Fuentesaúco unos 400 vecinos, amigos y familiares asistieron al entierro de Tomás Sánchez Bernal, de 45 años, que viajaba junto a su esposa a Canarias para pasar unos días de vacaciones.

Tanatorio improvisado

En la provincia de Ciudad Real, casi todos los vecinos de Viso del Marqués despidieron a los cuatro miembros de una misma familia que fallecieron en Barajas. Iban a pasar las vacaciones en Canarias.

Baldomero Prados Almodóvar, de 48 años; su esposa, Carmen Ciprián Valverde, de 44, y sus hijos de 15 y 19, fueron enterrados en el cementerio de la localidad después de haber sido velados en el Centro Cultural porque los cuatro féretros no cabían en el reducido tanatorio municipal.

Baldomero y Carmen vivían en Madrid, pero habían nacido en este pueblo cercano a Despeñaperros a donde acudían todos los fines de semana. De los cuatro, el más popular era el padre. «Era una persona muy conocida y le gustaba mucho venir aquí. Lo que ha pasado ha sido un golpe muy duro para un pueblo tan pequeño», decía Benito tras el entierro.

En la localidad navarra de Liédena, la iglesia del monasterio de Leyre se quedó pequeña para acoger a los cientos de personas que acudieron al funeral por José Joaquín Pérez de Obanos, ex alcalde del municipio y presidente de la Confederación de Cooperativas Agrarias de España. Al acto asistieron, entre otros, la ministra Elena Espinosa, que definió al fallecido como «un gran amigo» y el presidente del Gobierno navarro, Miguel Sanz.

De su afición al ciclismo daba testimonio la presencia de los hermanos Indurain, Miguel y Pruden, y del antiguo director del equipo Banesto, José Miguel Echávarri.