'Balones y toallas....'
Vaya donde vaya... En definitiva, que podría tener un encuentro con el Dalai Lama y dos días después no recordaría casi nada de lo hablado, pero es cuestión de que salga cualquier anuncio de televisión veraniego para que la sintonía se repita en mi cabeza una y otra vez. Me refiero al anuncio de Eroski, que se va a convertir, si Georgie Dann no lo evita, en el temazo del verano.
Actualizado: GuardarY es que últimamente los targets publicitarios están sustituyendos de manera cruel a la conocida como Canción del verano. Ese tema que sonaba de manera igual en radio, televisión, chiringuitos y hasta en las heladerías, y que, tras un receso en forma de cena, se reencontraba con cada uno en cualquier discoteca. Una especie en extinción que pasó al olvido cuando el frikismo mal entendido se quiso hacer cargo de ella. King África o Las Ketchup no tienen nada que hacer con la Macarena de Los del Río o el Aquí no hay playa de Refrescos. Y no les digo nada del moreno de Lamento Boliviano o el de Summerlove, que es una canción y no un producto que se anuncia en La Sexta a altas horas de la madrugada.
Con todo esto, es normal que los de la Once, la de Supersol o ahora los de Eroski hayan cogido la batuta musical estival y propongan sus dulces melodías como los bombazos veraniegos, musicalmente hablando, claro. No suenan en discotecas ni chiringuitos, pero se alojan por igual durante todas las vacaciones en el cerebro de uno. Aún así, lo prefiero a La Bomba o el Aserejé, que pasaron al olvido excepto en el tren turístico de Rota, el cual embellece las calles de esta villa con una sintonía que espero tenga los días contados en los próximos veranos.
