Guadebro, contra las cucarachas

Los vecinos de la barriada de Guadebro protestan por la plaga de cucarachas que están sufriendo. El foco se encuentra localizado en un cuadro de electricidad que, debido al calor que desprende, favorece la reproducción de los insectos.

Según denuncian los vecinos, cuando el sol se oculta «los bichos salen de su guarida ocupando jardines, plazoletas y las casapuertas de los bloques de pisos». De hecho, muchos de los afectados han instalados mosquiteras, ya que los bichos entraban volando por las ventanas. «No puedo ni siquiera tender tranquila porque luego me encuentro los bichos tan tranquilos entre las sábanas», comenta Nerea López, una de las vecinas. Los afectados exigen al Ayuntamiento que se tomen medidas, «urgentes» y que se fumigue la zona «antes de que los insectos empiecen a colocar huevos y larvas dentro de los pisos».

Por su parte, la edil de Bienestar Social, Mariola Tocino, aseguró a este medio que «no tenía conocimiento del problema». Así, la edil se comprometió a ponerse en contacto con la asociación de vecinos y encargar a la empresa concesionaria de las labores de extinción de plagas que proceda con la fumigación.

Prevención

Si bien, para evitar estas situaciones, los vecinos consideran que «se deberían tomar acciones preventivas al acercarse la calor», comentó uno de los vecinos afectados.

Pero éste no es el único problema que presenta la barriada. Los vecinos llevan meses demandando que rellenen con arena los alcorques de la barriada, ya que, según denuncian, «ya se han caído varias personas al tropezar».

Por otro lado, los vecinos aseguran que «hay una falta de limpieza palpable en el barrio», cuestión que, denuncian, «favorece la plaga de cucarachas con la que estamos afectados». «Apenas baldean la zona, y con el calor que hace la suciedad se queda literalmente pegada en la calle».

Además, llevan meses reclamando que instalen una señal de paso de peatones, ya que únicamente están las líneas horizontales «ya muy desgastadas», por lo que los vehículos hacen caso omiso y aparcan justo en la bajada instalada en el citado paso impidiendo el paso de personas con movilidad reducida.

Los vecinos han trasladado al Ayuntamiento todas estas cuestiones en varias ocasiones desde hace más de un año, pero por el momento «unicamente hemos conseguido que instalasen uno de los bancos que los vándalos habían arrancado», apuntan los afectados. Por ello, los vecinos aseguran que seguirán insistiendo ya que «el barrio fue remodelado hace tres años y ya presenta un estado de dejadez absoluto», según apuntó Jesús Ortega, uno de los vecinos.