ETA asume los ataques a las empresas vascas que los terroristas relacionan con el TAV en el País Vasco

La organización terrorista ETA ha asumido, en un comunicado enviado al diario Gara, tres atentados realizados en las localidades guipuzcoanas de Hernani, Zarautz y Orio contra empresas de las que la banda remarca "su implicación en las obras" del proyecto de Tren de Alta Velocidad en el País Vasco.

En un adelanto del comunicado publicado por Gara en su edición digital, ETA considera que "los intereses que están detrás del TAV son ajenos a Euskal Herria" y recuerda que no ha habido "derecho a decidir" al respecto. Por ello, la banda terrorista acusa al "PNV y sus acólitos" de querer prorrogar sus "ganancias" a costa de la destrucción del territorio.

Además, ETA critica al PNV por "mantener el actual marco" y tilda de "parodia" y "seudoconsulta" el referéndum impulsado por el lehendakari, Juan José Ibarretxe. En el último comunicado de la banda terrorista, previo a la suspensión del Constitucional, ETA calificaba el proyecto como un "fraude vestido de reforma autonómica".

Por otro lado, la organización terrorista acusa al PSOE de insistir en "buscar un asentamiento de la reforma española en Euskal Herria que no ha logrado en 30 años". Frente a ello, la banda reivindica "un marco democrático con derecho a decidir y territorialidad como única solución". El comunicado será publicado íntegro mañana.

ETA, contra la 'Y griega'

En cuanto a su oposición a la llegada de la Alta Velocidad al País Vasco, la dirección de ETA comenzó a estudiar hace cuatro años la realización de atentados contra las obras del tren de alta velocidad, porque considera que la "Y griega" es un "devastador proyecto" que "nos quieren imponer para desestructurar a nuestro pueblo en la organización del país", tal y como señala la organización terrorista en su boletín Zutabe de octubre.

Documentos internos de la banda revelan que la dirección de ETA comenzó a estudiar su postura contra el tren de alta velocidad, al menos, en enero de 2004. La decisión inicial fue no intervenir directamente mediante atentados, pero dejando la puerta abierta a perpetrar acciones terroristas llegado el caso.

Los analistas de los servicios policiales habían llegado a la conclusión hace ya algunos meses de que ETA podía atentar en cualquier momento contra las obras o las empresas relacionadas con este proyecto de infraestructuras, el más importante de la historia reciente del País Vasco.