Zapatero busca salidas a la crisis para retomar la iniciativa política

José Luis Rodríguez Zapatero interrumpió sus vacaciones y se puso al frente de la comisión delegada para asuntos económicos para dar un impulso a las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis. El presidente del Gobierno asistió ayer por primera vez en sus cuatro años y medio de mandato a una reunión de estas características, un gesto encaminado a recuperar la iniciativa política ante el continuo goteo de malos indicadores económicos -el último, la tasa de inflación más alta de los últimos 16 años, y el próximo que se conocerá hoy, una de las tasas de crecimiento trimestral más baja de la última década- y a responder a las insistentes acusaciones opositoras de pasividad ante los problemas del país.

La inusual presencia del jefe del Ejecutivo en esta comisión ministerial tuvo más de guiño político que de contribución técnica a la salida de la crisis económica. Rodríguez Zapatero está molesto con las imputaciones del PP de que, además de, primero, ocultar y después negar la delicada situación, se ha desentendido de ella y prefiere seguir con su descanso estival en el parque de Doñana. Una campaña que, si se toma en cuenta las últimas encuestas, ha surtido efecto pues los populares han igualado a los socialistas en intención de voto sólo cuatro meses después de las elecciones y su valoración entre la población ha experimentado el mayor retroceso desde que llegó a La Moncloa.

La respuesta de Zapatero fue participar en la excepcional reunión de la comisión delegada de asuntos económicos, que no suele convocarse en agosto, para dejar claro tanto a la oposición como a la ciudadanía que sigue al timón de la respuesta gubernamental a la crisis y que mantiene la receta para atajarla, esto es, medidas liberalizadoras pero sin recortes sociales. No se trataba, en palabras de dirigentes socialistas, de hallar «pócimas mágicas» para salir del atolladero económico sino de «poner en marcha y hacer efectivo» el paquete de 54 medidas ya aprobadas y recortar el calendario para que entren vigor cuanto antes nuevas iniciativas, explicó el secretario de Estado de Economía, David Vegara.

Nueve ministros

A la cita en el palacio de La Moncloa asistieron nada menos que nueve ministros, más de la mitad del gabinete. En torno a la mesa se sentaron el vicepresidente y titular de Economía, Pedro Solbes, encargado de forma habitual de presidir estos encuentros; el de Industria, Miguel Sebastián; Fomento, Magdalena Álvarez; Justicia, Mariano Fernández Bermejo; Trabajo, Celestino Corbacho; Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia; Administraciones Públicas, Elena Salgado; Vivienda, Beatriz Corredor, y Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa. También participaron el secretario de Estado de Economía; el de Hacienda, Carlos Ocaña; el de la Unión Europea, Diego López Garrido, y el director del Gabinete de la Presidencia, José Enrique Serrano.

En la reunión pasaron revista a los acuerdos que tomará hoy el Consejo de Ministros, también extraordinario, en el que se aprobará un paquete de 24 reformas estructurales que se llevarán a cabo entre este año y el próximo, una inyección de 20.000 millones de euros para la financiación de la compra de vivienda protegida y para las pequeñas y medianas empresas, el proyecto de ley para la supresión del Impuesto de Patrimonio, una disposición que permite acelerar la devolución del Impuesto sobre el Valor Añadido, y se determinará el objetivo de estabilidad presupuestaria para las comunidades en 2009.

Metodología

La comisión también debatió la metodología para la transposición de la directiva europea de servicios antes de que termine el año, así como una nueva ley de servicios que suprimirá trabas administrativas a la creación de empresas para que se puedan constituir en 24 horas y una nueva regulación de los colegios profesionales.

Todo ello, señaló el Gobierno en una nota, para «reforzar la capacidad de crecimiento» de la economía y «volver a tasas de crecimiento en torno al 3% a partir de 2010». El Ejecutivo subraya que con estas medidas quiere transmitir «un mensaje de confianza» a los ciudadanos, que tienen que estar seguros de que se toman las medidas para «superar la situación de dificultad que afecta a la economía de nuestro país». España, agrega el texto, «resolverá bien esta crisis y saldrá de ella con una posición más reforzada».

Unos resultados del todo insuficientes para el PP. Su portavoz de Economía, Cristóbal Montoro, censuró a Rodríguez Zapatero que gobierne «a base de fotos» y eluda coger «el toro por los cuernos». Aventuró que tanto la reunión de la comisión delegada de asuntos económicos como el Consejo de Ministros extraordinario «vuelvan a ser nada, un toque de campanas» sin resultados prácticos para resolver la crisis económica.

La respuesta del PP a los movimientos gubernamentales se 'cocinará' en su comisión para el seguimiento de la crisis, que se reunirá hoy bajo la presidencia de la secretaria de Organización, Ana Mato, ya que Mariano Rajoy seguirá con su descanso veraniego. Detalle que no pasó inadvertido en La Moncloa, donde se subrayó que el líder opositor «se ha cansado de criticar al presidente del Gobierno por estar de vacaciones y ahora no da la cara».