EL BESTIARIO GADITANO

Expozaragoza

Acabo de llegar de la Expo de Zaragoza y a la vista de las actividades que en ella tienen lugar, del montaje de edificios y de una serie de elementos que han provocado debates ciudadanos, me pregunto cómo es posible que los medios nacionales se hayan ocupado tan poco de ella.

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Es cierto que la Expo es un buen pretexto para que tomemos conciencia de los problemas que plantea el agua. Mejor dicho, la mala distribución del agua. Pero también lo es, como afirman muchas organizaciones e instituciones dedicadas precisamente a estos problemas, que no basta con la reacción de la ciudadanía, ni con la conciencia que va tomando sobre una cuestión, y sus consecuencias, que hoy es candente pero que en absoluto lo era hace diez o quince años. Porque, afirman, si bien la colaboración ciudadana es necesaria, más lo es aún la política que se elabore tanto a nivel nacional como internacional, así como la vigilancia del cumplimiento de sus leyes.

Otra de las cuestiones que se debaten en los distintos foros de la Expo es la propuesta de la OMS de considerar un mínimo de agua como derecho humano, y proponen que el uso de los primeros 40 litros sea sin cargo, que se paguen al precio actual los siguientes hasta una cantidad más holgada, por ejemplo 100 ó 150 litros, y que se aumente el precio del agua utilizada en negocios. Porque es bien comprensible que no debe costar lo mismo el agua que se usa para las necesidades básicas que la que se utiliza para la fabricación de productos o las instalaciones de ocio, que traen consigo un beneficio muchas veces bien elevado.

Tampoco se ha hablado en la prensa nacional de los criterios de eficacia y estéticos de la actual Expo. ¿Habrá alguna consigna para no hablar del problema del agua si no es para recomendar el ahorro a los ciudadanos? De otro modo, ¿a qué se debe que caiga en el vacío en la prensa nacional el esfuerzo de una ciudad como Zaragoza? Aunque tal vez no sea más que desinterés natural en un hecho de tal trascendencia.