Uno de los edificios más antiguos

La construcción se organiza en torno a un imponente claustro. Tiene planta cuadrada con tres cuerpos: el primero, con arcos de medio punto sustentados por columnas toscanas de mármol. La parte del convento está unida a la iglesia y de hecho, desde ésta se accede al claustro y es ésa una de las grandes transformaciones, ya que la parte situada entre el patio y el templo fue cerrada para poder hacer una escalera interior.

El convento fue expropiado a los Agustinos durante la desamortización de Mendizábal. En 1857 se inauguró allí el que sería el primer centro público de la ciudad y siguió sirviendo para este fin hasta hace dos años que los alumnos se trasladaron al Balbo.

Los agustinos volvieron y más tarde se fundó la parroquia, que data de 1965. Desde que coexistían ambos usos, la convivencia hizo que la colaboración fuera la norma. Así, en la época del instituto, «los alumnos utilizaban un salón que estaba en la parroquia porque ellos no tenían sala y nosotros entrábamos a menudo por la puerta del instituto», explica uno de los religiosos.