HERMANOS. Estopa actúa esta noche en el Estadio de Bahía Sur.
DAVID MUÑOZ CANTANTE DE ESTOPA

«A las piezas de coche no les poníamos el mismo espíritu que a las canciones»

Los hermanos Muñoz llegan hoy a San Fernando para presentar 'Allenrock'

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Una de las cosas que más ilusión les hace a David y a Jose Muñoz (Estopa) es que, por fin, su padre se ha podido coger algún día libre después de media vida detrás de la barra del bar familiar. Ahora, «lleva las cuentas» de sus hijos y «está encantado», cuentan. No es para menos. Los de Cornellá no paran de vender discos. Y cómo está el mercado discográfico saben que eso es un lujo. Esta noche presentan en San Fernando Allenrock, un homenaje a sus orígenes.

-De nuevo Estopa en Cádiz, en todas sus giras pasan por la provincia...

-Sí, es cierto. Sentimos algo especial por Cádiz. Siempre que tenemos la oportunidad nos damos una vuelta por aquí. Nos transmiten mucha alegría en cada concierto. -La historia de Estopa es la de dos hermanos que son inseparables, ¿os lleváis tan bien como parece?

-Sí, nos llevamos muy bien. Estamos tan acostumbrados el uno al otro que no sólo nos juntamos para trabajar sino también para salir por ahí. Formamos un gran equipo. No somos un grupo somos una hermandad.

-¿Es verdad que siguen yendo a comer a la casa de sus padres cuando están en Cornellá?

-Sí, sí, claro. Cuando estamos en casa no nos gusta comer por ahí. Mi madre quiere que vayamos y cada día se esfuerza más (risas). Cuando nos llevan a algún sitio de estos pijos vamos porque tenemos que ir, pero no nos gusta nada. Tu imáginate si pido ahí arroz a la cubana. Me mirarían raro... ja ja.

-¿Es cierto que Por la raja de tu falda nació en la ducha?

-¿Sí! parte de la canción se creó en la ducha. Hacemos las canciones a partir de paridas. La cantábamos de broma. Nunca pensamos en sacarla. Pero un día con la guitarra nos pusimos y sonó bien.

-¿Se siguen sintiendo chicos humildes de barrio que trabajaban en un fábrica y que cumplieron un sueño?

-Claro, así fue. No renegamos de eso. No podemos contar que somos compositores y que esperamos al atardecer para componer.

De la fábrica al éxito

-¿Y qué se parece el trabajo de la fábrica al de la música?

-Nos lo planteamos igual. Antes hacíamos piezas de coche por cuenta ajena y ahora hacemos canciones por cuenta propia. Pero, a las de coche no le poníamos el mismo espíritu que a los discos.

-¿Y es verdad eso de que hacía 150 piezas a la hora en vez de 130 para adelantar trabajo y así tener tiempo para componer algún tema?

-Claro. Cuando adelantaba aprovechaba para darle vueltas a algún tema. Me ponía a disimular como si estuviera haciendo algo para que no me subieran el tope. Barría, miraba un papel, limpiaba...(risas) y mientras componía algo.

-La gente les conoció por una maqueta que no había salido al mercado, un lujo ¿no?

-Sí. Fue impresionante. Un día un colega me dijo que nos iba a colgar en internet y le dije que hiciera lo que le diera la gana. La gente empezó a pasarse la maqueta y cuando salió el disco ya se nos conocía.

-Siempre decís que sois los mismos que los de entonces, pero, ¿os dejan?

-Bueno, han pasado diez años y todo el mundo cambia. No hemos hecho muchos más amigos de los que ya teníamos y nos siguen gustando y molestando las mismas cosas. Lo de viajar ya sabía que me gustaba aunque antes no lo hiciera. Me imaginaba que me iba a gustar.

-Claro, antes no tenía el mismo dinero para marcarse esos viajes ¿no?

-¿No había ido ni a Andorra! Sólo iba a Extremadura.

-En Cornellá hay mucho extremeño y andaluz que como sus padres emigraron a Cataluña para buscar allí trabajo, ahora los que llegan son los inmigrantes, ¿qué le parece?

-Que son la segunda parte de la película que iniciaron nuestros padres cuando llegaron a Barcelona de Andalucía y Extremadura. Todos huían de lo mismo: del hambre. Ahora vienen de más lejos. También ellos vivían ocho en un piso. Mi padre por ejemplo convivió con diez personas más y dormían por el suelo en colchones. Si se te olvida tu pasado estás perdido.

«Somos calorros»

-¿Estopa es calorreo?

-Claro. Es lo que somos. Calorros.

-¿Y les molesta que los pijos canten sus canciones?

-No, no pasa nada (risas). Ahora los que son más pijos dicen que les gusta el rollito macarra.

-Su padre cerró el bar La Española, ¿ahora lleva sus números?

-Sí, está encantado. Después de de 40 años detrás de una barra y casi sin hacer un día de fiesta, ahora se ocupa de nuestras cuentas. ¿Quién mejor? ¿A él nadie le engaña!, ja ja.

-¿Y cómo ve las de Allenrock?

-Muy bien. Afortunadamente no nos podemos quejar.

malmagro@lavozdigital.es