Accidente brutal

no de los más graves accidentes de Tráfico registrados este verano tiñó ayer de luto dos pequeñas localidades de Toledo de donde procedían los seis fallecidos, cinco de ellos pertenecientes a la misma familia. El siniestro, que ha supuesto un trágico contrapunto a las estadísticas que apuntan una mejora progresiva en la seguridad vial, tuvo su origen en un adelantamiento antirreglamentario en una recta de varios kilómetros y todo apunta a que el conductor que circulaba sin compañía pudo cometer una terrible imprudencia fruto del exceso de confianza. Es precisamente en los recorridos cortos, en carreteras secundarias y durante los días de asueto, donde acechan dos de las principales causas de la mortalidad al volante: la falsa seguridad que ofrece el terreno conocido y la falta de concentración.