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El precio de los alimentos entre el campo y la tienda vuelve a aumentar

Los agricultores de COAG y las asociaciones de consumidores denunciaron ayer que la diferencia entre el origen y el destino subió en julio hasta el 441%

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A cualquier ciudadano le cuesta estos días unos 2,73 euros poner en la mesa un buen gazpacho. Sin embargo, los agricultores apenas cobran 0,61 euros por una bandeja preparada de tomates, pepinos, pimiento y ajos. Eso supone una diferencia de casi un 500% entre lo que reciben los profesionales del campo por la venta de sus productos y lo que tienen que abonar los consumidores.

«Esta situación es un abuso y supone una especulación de la que sólo se benefician los intermediarios y las grandes cadenas de distribución», denunció ayer el secretario general de COAG Cádiz, Salvador Pineda, que presentó junto a los responsables de la Unión de Consumidores de España (UCE) en Cádiz el nuevo Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de los alimentos más básicos de nuestra dieta.

Así, Pineda subrayó que en julio la diferencia entre los precios de origen y de destino alcanzó el 441%. En concreto, en el caso de los productos agrícolas, la diferencia fue del 479%, mientras que en el de los productos ganaderos alcanzó el 324%.

Estos datos revelan que en sólo 30 días el abismo que existe entre lo que cuestan los alimentos en el campo y lo que se paga por ellos en las tiendas ha aumentado del 400% de junio al 441% actual.

Por segundo mes consecutivo, los agricultores y las organizaciones de consumidores dieron a conocer este IPOD que elaboran de forma conjunta haciendo un seguimiento a 25 alimentos y que publicarán el primer martes de cada mes «mientras se sigan cometiendo los abusos que provocan que el productor no cobre para poder vivir dignamente y que el ciudadano no puede permitirse adquirir estos productos», recalcó el líder de COAG.

En cuanto a los alimentos, de los que Pineda dijo que «no se pueden convertir en productos de lujo», el IPOD de julio revela que la berenjena y el calabacín son los dos en los que existe «mayor nivel de especulación». Así, el calabacín multiplicó su valor por un 1060%, ya que en su origen cuesta 0,15 euros y en el destino su precio es de 1,59 euros. En cuanto a la berenjena, el margen comercial es de un 885%, con un precio de origen de 0,20 euros y 1,77 euros en destino. Esta diferencia se debe a la caída de precios en origen.

De la mano

El presidente de la UCE en Cádiz, Miguel Ángel Ruiz, fue el encargado de recalcar ayer que «hay un interés compartido en esta denuncia, ya que a los consumidores les preocupan mucho estas fluctuaciones desorbitadas en los precios que hacen insostenible toda esta situación».

Ruiz también se esforzó en recordar que esta queja «no es nueva», ya que estos abusos en materia de precios -de los que responsabilizó a las cadenas de distribución y las grandes superficies- «los llevamos padeciendo desde hace años». Así, trajo a colación anteriores campañas que las organizaciones de consumidores han realizado con el mismo fin junto a COAG, como la del Mercado Agrario Transparente.

En la misma línea, el presidente de la UCE en la provincia dejó claro que «esta especulación no se puede achacar a la actual crisis económica, porque también ocurría en los tiempos de bonanza», al tiempo que insistió en que «hay que combatirla».

ppacheco@lavozdigital.es