«Vamos a ayudar a construir la sede del parlamento saharaui»

La primera representación de la República Árabe Saharaui Democrática se abrió en Puerto Real. Esta apertura acabó con una queja por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, que pedía explicaciones al Ayuntamiento y le exigía conocer los detalles del polémico proyecto. El conflicto se entiende mejor sabiendo que la república saharaui no está reconocida por el Gobierno español.

No obstante, la ciudad recibió la visita del representante de los saharaui, Mohamed Abdelasis. Y desde entonces, ambos pueblos mantienen fuertes y excelentes relaciones.

Uno de los responsables de estos contactos es Antonio Trujillo, que formó parte del equipo de Gobierno municipal, y que ahora preside la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui.

-¿Cuáles son los programas de ayuda y solidaridad que desde la asociación se están desarrollando en la actualidad?

-Hemos adquirido el compromiso de cofinanciar la construcción de la sede del parlamento saharaui, que se va a levantar en los territorios liberados de Tifaritis, controlados por el Frente Polisario. En esta ciudad, la aviación marroquí hizo una incursión y bombardeó un hospital hasta destruirlo por completo, durante un alto al fuego. La construcción del parlamento será un fuerte gesto político, porque es la reafirmación de que la soberanía popular del pueblo saharaui va a encontrar un sitio donde residir físicamente.

-El proyecto denominado 'Vacaciones en Paz', por el que niños saharauis pasan uno o dos meses de vacaciones en Puerto Real alojados en las casas de las familias, parece que ya no tiene tanta aceptación en la población. ¿Por qué este año sólo hay tres niños de vacaciones a la localidad?

-Hemos modificado los programas de cooperación con los saharauis porque entendemos que el de Vacaciones en Paz supone para el pueblo saharahui más un problema que un beneficio. De alguna manera, crea diferentes clases sociales dentro de los campamentos de refugiados. Además, hay familias de acogidas de los niños con ingresos suficientes para que les permiten ayudar a los jóvenes y sus familias; y otras, que por sus escasos recursos, no pueden hacerlo.

-Otra de las ayudas por las que se caracteriza Puerto Real es por el envío de alimentos y medicinas a los campamentos del desierto de la Jamada argelina. ¿Vais a seguir con esa actividad?

-Naturalmente vamos a seguir manteniendo la ayuda humanitaria. Entre otras medidas, enviando víveres porque si no fuera así, los saharauis no podrían sobrevivir. La ONU les ha recortado el 40% de los programas de ayuda alimentaria. También trabajamos para sensibilizar a la clase política y a los ciudadanos con la causa saharaui.

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