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Piden la libertad para el acusado de quemar un edificio en Sanlúcar

La defensa argumenta que las pruebas no son suficientes para inculparlo; la fiscal en cambio pide 17 años de prisión

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El juicio contra el sanluqueño Manuel Miguel Calderón, presunto autor del incendio de un inmueble con la tentativa de matar a su propia hermana, ha quedado visto para sentencia después de que la víctima se negara ayer a testificar en su contra. La Fiscalía recurrió, por tanto, a los testimonios de diferentes vecinos del inmueble -afectados también por el fuego- y los informes periciales de la investigación policial para apoyar la acusación. La defensa de Calderón, sin embargo, pidió la absolución y la libertad del detenido, ya que, según afirmó, las pruebas resultan insuficientes para inculparle.

El tribunal de la sección 3ª de la Audiencia Provincial celebró ayer la segunda sesión de este juicio, ya que en la primera la hermana del acusado no se presentó ante el juez, que esperaba que ella pudiese dar un testimonio relevante. Ayer, hubo de ser detenida por la Policía para que acudiera al juicio, aunque, se acogió a su derecho de no testificar en contra de su hermano.

Amenazó a su hermana

Ella era el objetivo de las llamas que quemaron el edificio donde tenía su residencia, situada en la barriada de la Huerta de San Cayetano, en Sanlúcar. El siniestro se produjo el 29 de marzo de 2007 y provocó un gran incendio que afectó a todo el bloque de viviendas y a sus vecinos, que llegaron a ser evacuados. Según la investigación, el acusado había amenazado varias veces ese mismo día a su hermana con matarla y «quemarla viva», según el testimonio de los vecinos. El fuego fue provocado al arrojar dentro de la casa una especie de coctel molotov con gasolina. La prueba que relaciona a Manuel Miguel con el incendio es el tapón del depósito de la moto del acusado, hallado frente a la casa.

Según el abogado de Manuel Miguel Calderón, este tapón es sólo un «indicio» sin solidez y ningún testigo llegó a ver a su defendido arrojar la botella incendiaria. Sin embargo, reconoció que un vecino lo vio merodear la zona, y que ese día Calderón discutió con su hermana, por lo que solicitó una «falta» de amenazas.

La fiscal, en cambio, pide 17 años de prisión por un «delito» de amenazas y otro de incendio, más una indemnización para los vecinos y la hermana.