El Ayuntamiento se prepara para congelar el sueldo de concejales y oposición en 2009
El presupuesto municipal crecerá el próximo año, pero menos. Los primeros que notarán cómo entra la tijera en sus nóminas serán los 18 concejales que forman el equipo de gobierno de Cádiz. La Concejalía de Hacienda, que encabeza José Blas Fernández, prepara un plan para «congelar» el dinero que sale de las arcas municipales. Esta propuesta, en la que ya trabaja el Área de Economía, empezará a ser efectiva en el presupuesto de 2009. Una medida que también afecta a los grupos municipales y los concejales del PSOE e IU, en la oposición.
Actualizado: Guardar«No se trata de un recorte, sino de congelar el sueldo de los concejales y cargos de confianza para que no suba por encima del índice del IPC (porcentaje anual del incremento de los precios) que se fije el próximo año», explicó ayer el concejal José Blas Fernández.
La medida, propulsada por el presidente nacional del Partido Popular, Mariano Rajoy, a principios de esta semana, afecta también a los cargos de confianza de los populares en el Ayuntamiento, asegura el delegado de Hacienda. Rajoy se comprometió a frenar el gasto público de las localidades y regiones gobernadas por los populares. Sin embargo, los trabajadores del Ayuntamiento, sujetos a convenios laborales, no notarán entrar la tijera en sus nóminas, aseguró Fernández.
Para el titular de Hacienda, se trata de «una medida lógica» para alcanzar el compromiso «de control férreo de las cuentas» que Rajoy pide a los Ayuntamientos y regiones en los que gobierna el PP.
Dudas en el PSOE
La congelación de los salarios anunciada por el Ayuntamiento afecta, además, a las formaciones políticas de la oposición. Para Carolina Camacho, viceportavoz del grupo socialista municipal, se trata de una medida «perfecta» que aplaude, en líneas generales».
Sin embargo, para esta edil socialista no está todo tan claro como los populares lo plantean. En este sentido, Camacho alerta de que el PP podría estar buscando con esta medida «la foto», y cree que la estrategia corre el riesgo de ser aprovechada para «amparar la crisis por la que atraviesan las arcas municipales». «Es necesario que el Ayuntamiento explique exactamente qué es lo que pretende hacer con el dinero», dice Camacho.
