CONCLUSIÓN. Parte de los huelgista, mostrando los cheques. / J. C.
PUERTO REAL

Los albañiles rumanos ponen fin a su encierro y la huelga de hambre

El Ayuntamiento concederá la celula de habitabilidad de los pisos para que puedan cobrar el saliario que se les adeuda

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Tras seis días de huelga de hambre, unos kilos menos de peso y el semblante demacrado, los catorce albañiles rumanos pusieron ayer fin al encierro que mantenían desde el pasado día 23 en los bajos del edificio La Habana que han construido en la calle Ancha de Puerto Real.

La decisión fue tomada después de que el constructor rumano Cristian Vidinieac mantuviera una reunión con el teniente de alcalde, delegado de Urbanismo, Antonio Noria, que le anunció que otorgará la licencia de primera ocupación de los pisos, si el administrador de la empresa Proydesa -y socio del promotor marbellí José Manuel López-, Adolfo Valderas, entrega una cesión de derecho de los futuros propietarios de los pisos para los propios trabajadores con objeto de que estos puedan cobrar el salario que se les adeuda. Antes de la reunión, Vidinieac recibió de la empresa unos cheques, sin fondos en la actualidad, por valor de 130.000 euros con fecha para agosto y septiembre y un escrito de reconocimiento de la deuda.

Durante los días que los albañiles han estado de huelga recibieron la visita de la cónsul general de Rumania en Sevilla, Mónica Mihaelastirbu, que se interesó por el problema, de un representante de Comisiones Obreras, un abogado de la asociación de derechos humanos y de miembros de Protección Civil.

El Ayuntamiento dio instrucciones a un comercio cercano a la obra para que suministrara a los huelguistas artículos con cargo al municipio. Vidinieac destacó la solidaridad mostrada por numerosos puertorrealeños que se han interesado por el estado de los trabajadores y comentó que los periódicos de Rumania se habían hecho eco de la noticia.

puertoreal@lavozdigital.es