PROCEDIMIENTO. El imputado prestó declaración ayer en el Juzgado de Violencia de Género. / J. G.
Jerez

La jueza ratifica la prisión provisional para el acusado de secuestrar a su pareja

La defensa ha recurrido el auto ante la Audiencia Provincial, que deberá pronunciarse al respecto en un plazo aproximado de diez días La acusación particular imputará dos delitos de retención y violencia de género

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La magistrada titular del Juzgado de Violencia de Género de Jerez, Graciela González, ratificó ayer el auto de prisión provisional para Antonio G. C, acusado de mantener retenida a su esposa en el domicilio de ambos de la barriada Vistalegre durante cuatro días. Como informó el abogado de la acusación particular, Pedro J. Pérez, el imputado, que prestó declaración ayer en el citado juzgado, permanecerá en la cárcel de Puerto II hasta que se celebre el juicio.

Según Pérez, las diligencias del procedimiento han pasado de urgentes a previas, lo que implica que se alargará la instrucción y con ella el señalamiento del juicio, periodo durante el cual la acusación presentará diversas pruebas testificales, en su mayoría relativas a vecinos de la pareja que presenciaron los hechos. En cuanto a lo que se imputará a Antonio G. C, de 65 años, el letrado ha confirmado que por un lado se le acusará de un delito de retención y por otro de violencia de género, dado que su esposa fue víctima de malos tratos reiterados durante toda su etapa de convivencia.

Se da la circunstancia de que Pérez representará no sólo a la principal afectada, Isabel B. H, de la misma edad que su marido, sino también al hijo y al cuñado de ésta, que aseguran haber recibido amenazas continuadas por parte del presunto secuestrador. La defensa, por otro lado, como ha podido saber este periódico, se ha apresurado a recurrir el auto de ratificación de prisión provisional ante la Audiencia Provincial, algo que se espera sea resuelto en un periodo aproximado de diez días.

En el caso de que este último órgano aceptara el recurso, el presunto autor del secuestro abandonaría la prisión hasta el día del juicio, aunque contaría con una orden de alejamiento que le impediría acercarse a la víctima. Si por el contrario la Audiencia lo desestimara, el reo seguiría en Puerto II hasta entonces. Aunque por un momento se estudió la posibilidad de que las partes llegaran a un acuerdo, finalmente ha resultado imposible debido a la concurrencia de varios delitos diferentes en el caso.