CALCINADO. Imagen de una de las viviendas quemadas en 2007 en la Huerta de San Cayetano. / P. A.
Ciudadanos

Niega ante el juez haber incendiado la casa de su hermana por 300 euros

El fiscal pide 17 años de prisión en el inicio del juicio por este siniestro ocurrido el pasado año en Sanlúcar, en el que tuvo que ser desalojado un edificio entero

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Ayer se celebró la primera sesión del juicio contra Manuel M. Calderón, acusado de haber provocado un incendio en el mes de marzo de 2007 contra un bloque de viviendas en la barriada Huerta de San Cayetano, e`n Sanlúcar, donde residía por entonces la hermana del presunto autor.

Según reza el sumario, el incendio comenzó en casa de esta hermana, a la que el acusado ya había amenazado reiteradamente con matarla y prender fuego a la casa si ella no le pagaba una deuda de unos 300 euros. El mismo día del incendio, 29 de marzo, el acusado repitió una vez mas las amenazas y por la noche, según la investigación, provocó las llamas lanzando una botella con líquido inflamable «en el interior» de la vivienda.

El fuego no sólo afectó a esta casa, sino también a las del resto de vecinos del inmueble, que tuvieron que ser desalojados y atendidos por los servicios médicos, uno de ellos, hasta el punto de tener que ser hospitalizado. La hermana, por suerte, no se encontraba en ese momento en el edificio, porque había huido por la tarde atemorizada por las amenazas. Además, se produjeron grave daños en el edificio.

Por todo esto, la fiscalía ha solicitado una pena de 17 años de prisión (14 de ellos por el delito de incendio y tres más por el de amenazas), así como diversas indemnizaciones a los vecinos, a su propia hermana e incluso a la Junta de Andalucía -ya que el inmueble es de protección oficial -, por un valor de 47.484 euros.

Durante el juicio, testificaron los padres del presunto autor, que niegan que su hijo haya sido el culpable del incendio y afirman, como coartada, que éste pasó toda la noche su casa, con ellos. Además de los padres, la defensa planteó toda serie dudas sobre la autoría de Manuel Miguel, y cuestionó varias veces que los vecinos vieran realmente al acusado en el momento en que se causaron las llamas. Incluso, de que fuera él quien amenazaba a su hermana. A pesar de que una de las vecinas insistía haber reconocido la voz de ambos en diversas trifulcas previas al fuego. Sin embargo, la hermana, principal testigo, falló ayer a la cita judicial. La Policía no logró localizarla, aunque los vecinos afirman que aún vive en la misma vivienda.

Además de los habitantes del inmueble, por la sala de vistas de la sección 3ª de la Audiencia Provincial donde se celebró el juicio, acudieron a testificar agentes de la Policía Nacional, que confirmaron algunas claves de la investigación, como la aparición de un martillo en la puerta de la casa, así como el tapón de un depósito de gasolina que coincidía con el de una moto robada, descubierta después en casa del acusado. Al parecer, Manuel Miguel cuenta con antecedentes penales, aunque no son computables con este delito. También ha sido toxicómano, pero abandonó el consumo de drogas en 2001. Ayer, además, los peritos forenses, también llamados a testificar, negaron que el acusado sufra de algún tipo de alteración mental que le sirva de atenuante.

El tribunal suspendió ayer el juicio para continuarlo en la mañana hoy, con la esperanza de poder contar al fin con la presencia de la hermana del acusado.

mgarcia@lavozdigital.es